Capítulo 2
15 de Mayo de 2012
"¡Pues claro que quiero!", dijo para sus adentros Marta, pues lo encontraba atractivo.
- Un hombre importante y tan ocupado no tendrá tiempo para alguien como yo.
- ¿Cómo que no? Dime cuándo tienes fiesta ...
- El Domingo y el Lunes.
- ¡Qué casualidad! Yo los Domingos tengo todo el día libre y este Lunes me he cogido el día para mí solo. Bueno, si me quieres hacer compañía, para nosotros dos.
Marta notó un acaloramiento en sus mejillas a la par que no podía seguir mirando a aquel hombre que tan rápido se había acercado a ella. Había construido una barrera en torno suyo y se le hacía difícil abandonarla.
- Bueno -continuó Paco- llámame el Domingo y te iré a recoger.
Y le entregó una tarjeta que ella guardó casi inmediatamente. De pronto sonó el teléfono de Paco y Marta se alejó un par de pasos.
- ¿Diga?
- ...
- Dime, dime.
- ...
- Pero, ¿qué ha pasado?
- ...
- Vale, tranquila, ahora voy para allá.
Una muestra de preocupación se reflejó en la cara de Paco cuando colgó el teléfono.
- Discúlpame Marta, me tengo que ir.
- Descuide señor, en su cuenta, como siempre.
- De tú, chiquilla, de tú.
- Vale, en tu cuenta, como siempre.
- Acuérdate de llamarme.
- Lo haré, Paco. Y gracias.
- Gracias a ti por ser como eres.
Y Marta volvió a ruborizarse mientras Paco se ponía la chaqueta y salía del restaurante.
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