Como el éter que acompaña mi más cercano descanso, como el aire que embellece mi mecanismo interno, como el agua que saborean las bellezas marinas, vuelvo a ti.
Sin ruidos y sin anuncios.
Con paso cauteloso y sigilo.
Teniendo en cuenta tu reposo, no lo destorbo.
Lágrimas
5 de Abril de 2015
Ayer salieron lágrimas de mis ojos. No eran lágrimas de dolor físico, no eran lágrimas por un tiempo perdido o por un amor no correspondido. Eran lágrimas de soledad.
Sí, estoy solo, sin compañía, tengo un vacío interior que pocas veces lleno. Sólo últimamente he conseguido ir colocando en los estantes de mi espíritu algún sentimiento indefinido gracias a una persona a la que espero no defraudar, si se ha creado una imagen de mi persona. Alguien que ha despertado mi interés y ha hecho que me salga de mi línea habitual de distanciamiento y que me acerque más a las personas.
Sólo por esa persona hubiera sido capaz de derramar lágrimas en ese momento.
Pero no lo hice, y no lo hice por esa persona, pues no soy un desgraciado que se lamenta de lo suyo habiendo tanta gente en peor situación. Y mi situación da mucho que envidiar a personas que no conocen la envidia; mi situación es mucho mejor que la de otros que no conocen situaciones mejores.
Lágrimas. También recorren mis mejillas al saber que no soy capaz de hacer algo para cambiar la situación de nadie.
Lágrimas, que purifican interiormente el espíritu pero sólo por un tiempo, hasta que vuelve a estar todo sucio y las lágrimas vuelven a ser necesarias.
Así pues, llora, desahógate, limpia y purifica tu interior cuando lo tengas sucio, lleno de vanidad, egoísmo y soberbia; busca a alguien que te escuche y escucha a ese alguien pues también necesita llorar.
Sí, estoy solo, sin compañía, tengo un vacío interior que pocas veces lleno. Sólo últimamente he conseguido ir colocando en los estantes de mi espíritu algún sentimiento indefinido gracias a una persona a la que espero no defraudar, si se ha creado una imagen de mi persona. Alguien que ha despertado mi interés y ha hecho que me salga de mi línea habitual de distanciamiento y que me acerque más a las personas.
Sólo por esa persona hubiera sido capaz de derramar lágrimas en ese momento.
Pero no lo hice, y no lo hice por esa persona, pues no soy un desgraciado que se lamenta de lo suyo habiendo tanta gente en peor situación. Y mi situación da mucho que envidiar a personas que no conocen la envidia; mi situación es mucho mejor que la de otros que no conocen situaciones mejores.
Lágrimas. También recorren mis mejillas al saber que no soy capaz de hacer algo para cambiar la situación de nadie.
Lágrimas, que purifican interiormente el espíritu pero sólo por un tiempo, hasta que vuelve a estar todo sucio y las lágrimas vuelven a ser necesarias.
Así pues, llora, desahógate, limpia y purifica tu interior cuando lo tengas sucio, lleno de vanidad, egoísmo y soberbia; busca a alguien que te escuche y escucha a ese alguien pues también necesita llorar.
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