Como el éter que acompaña mi más cercano descanso, como el aire que embellece mi mecanismo interno, como el agua que saborean las bellezas marinas, vuelvo a ti.
Sin ruidos y sin anuncios.
Con paso cauteloso y sigilo.
Teniendo en cuenta tu reposo, no lo destorbo.
Carta a mis memorias
5 de Noviembre de 2015
Viajando en el tren me doy cuenta que este viaje no es como los demás. He iniciado una carrera a la vida que no tiene marcha atrás, pero sí muchos obstáculos. Después de tanto tiempo sin hacer nada me encuentro con mi vitalidad mermada, dormida, incapaz de reaccionar con firmeza y decisión. Sé lo que quiero y quiero conseguirlo, por eso estoy aquí, para tener unos días para mí solo, para descansar, para reflexionar y mirar hacia atrás, aprendiendo de mis errores y planeando mi futuro.
Viajando en el tren siento que estoy empezando de nuevo, de cero, solos mi vida y yo, volviendo a conocernos, desde el principio, sin presentaciones. Los sentimientos que noto no son fruto de una vida vivida sino de una vida que comienza, temor e incertidumbre, ganas de vivirla.
Dejo atrás mi pasado aun sabiendo que pronto lo tendré que retomar, pero siento una fuerza interior que me empuja a olvidarla poco a poco, como una herida que va cicatrizando. Sé que será duro pero también sé que voy a empezar desde cero con buenas perspectivas, con la voluntad de quien quiere comerse el mundo, con la fuerza que da la esperanza por conseguir nuestros propósitos.
Sé que te fallé, sé que te herí; no podré compensarte por ello pero sí que puedo aprovechar esta segunda oportunidad para demostrarte que he cambiado. Sigo siendo el mismo pero mi forma de pensar ha madurado, mi pensamiento es más sabio y la templanza, ejercicio casi imposible, comienza a instalarse en mí.
Te ruego que no me olvides y te pido que vengas de nuevo a mí. Sé que tendré que tomar las decisiones sin ayuda pero espero que me apoyes, tanto si son acertadas como si son erróneas; pues errando y aprendiendo seré más fuerte y cada día que pase seré mejor persona.
Viajando en el tren siento que estoy empezando de nuevo, de cero, solos mi vida y yo, volviendo a conocernos, desde el principio, sin presentaciones. Los sentimientos que noto no son fruto de una vida vivida sino de una vida que comienza, temor e incertidumbre, ganas de vivirla.
Dejo atrás mi pasado aun sabiendo que pronto lo tendré que retomar, pero siento una fuerza interior que me empuja a olvidarla poco a poco, como una herida que va cicatrizando. Sé que será duro pero también sé que voy a empezar desde cero con buenas perspectivas, con la voluntad de quien quiere comerse el mundo, con la fuerza que da la esperanza por conseguir nuestros propósitos.
Sé que te fallé, sé que te herí; no podré compensarte por ello pero sí que puedo aprovechar esta segunda oportunidad para demostrarte que he cambiado. Sigo siendo el mismo pero mi forma de pensar ha madurado, mi pensamiento es más sabio y la templanza, ejercicio casi imposible, comienza a instalarse en mí.
Te ruego que no me olvides y te pido que vengas de nuevo a mí. Sé que tendré que tomar las decisiones sin ayuda pero espero que me apoyes, tanto si son acertadas como si son erróneas; pues errando y aprendiendo seré más fuerte y cada día que pase seré mejor persona.
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