El Quejas nº 9

9.- Tecnocracia

5 de Noviembre de 2014

¿Qué pasó? ¿Qué no funciona el televisor?
¡Pues sus jodéis!

¿Qué pasó? ¿Qué no funciona el Whatsapp?
¡Pues sus jodéis!

¿Qué pensáis, que me quejo de las tecnologías?

¡Pues no, me quejo de lo mal hablado que es mi interlocutor!

Vamos a ver, hablar bien no cuesta dinero, enriquece a la persona y engrandece el orgullo de hablar una lengua.

Por desgracia, el frenético ritmo de vida que aprendemos desde niños hace que busquemos atajos y lo fácil.

Pero no hay nada más fácil que hacer las cosas bien.

Porque haciendo mal las cosas, los demás no entenderán qué pasa o lo entenderán erróneamente. Y tendrás más trabajo extra para enmendar la situación.

Pero no pasa nada, sigamos incluyendo extranjerismos en la lengua, sigamos acortando las palabras, eludiendo tildes, evitando signos de puntuación y dejemos de tener una lengua rica en expresiones.

Porque yo seguiré preparándome un bocadillo, que llevaré gustosamente en la fiambrera mientras salgo del aparcamiento en mi coche totalmente equipado.

O, simplemente, me quedaré en casa leyendo a clásicos como Cervantes, Lorca o García Márquez.