10.- Lo mejor para lo último
5 de Diciembre de 2014
Dicen que lo bueno se hace esperar y no hay mejor momento para las mejores quejas que la última publicación.
¿Y de qué puedo quejarme?
¡De todo!
Empezando por el editor, que mucho me ha forzado para terminar estas letras. Si tanto las necesitas, ¿por qué no las escribes tú?
Siempre encontramos quejas de gente que no sabría hacer ni una décima parte del trabajo que realizan los demás pero que saben a la perfección las funciones que deben desempeñar... desde el otro lado, claro.
Pero quejarse es bonito.
Como quien no sabe freír un huevo pero te da una explicación digna de enciclopedia de cómo hacerlo.
O quien sabe exactamente cómo sacar un país de una crisis pero que cada mes que pasa acaba endeudándose más.
También tenemos a la señora que no diferencia entre licra y algodón pero sabe perfectamente cómo debe venderse una pieza de ropa.
El mundo está lleno de cosas que no nos gustan, de momentos imposibles de cambiar, de situaciones embarazosas. Y no por ello vamos a malgastar nuestro tiempo en quejas vanas que no van a arreglar absolutamente nada.
El motivo real de las quejas es expresar nuestro descontento en un determinado momento y bajo ciertas circunstancias y no debe convertirse en algo habitual pues nuestra vida acabará girando en torno a defectos del vivir y malestares quejumbrosos.
Mejor haced como yo y sólo quejaos lo mínimo indispensable.
Como por ejemplo, por tener que dejar de compartir hermosos pensamientos con vosotros.
O por no saber cómo dar un final feliz a mis quejas.
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