Descripción
25 de Noviembre de 2016
Ella tiene el pelo negro, largo y liso, recogido en una cola. Toda su ropa, oscura, excepto una corbata que, si no era blanca, de un color más bien claro; pequeñas rayas o dibujos hacían que no fuera demasiado llamativa.
Calzaba zapatos, negros también, de punta redondeada y con suela más bien gruesa; brillaban, pues lustrosos estaban.
Su tez, fina y pálida, ocultaba bajo negro maquillaje; su sonrisa mostraba a ratos y nunca regalaba más de lo necesario; su mirada, inquisitiva, llamaba al nerviosismo si a sus ojos tú mirabas.
Una malla, como en guante, media mano le cubría; en esa mano un gran libro de Oscar Wilde; al oído, música tipo rock o algo más movido, imposible de saber si el volumen no subía.
Calzaba zapatos, negros también, de punta redondeada y con suela más bien gruesa; brillaban, pues lustrosos estaban.
Su tez, fina y pálida, ocultaba bajo negro maquillaje; su sonrisa mostraba a ratos y nunca regalaba más de lo necesario; su mirada, inquisitiva, llamaba al nerviosismo si a sus ojos tú mirabas.
Una malla, como en guante, media mano le cubría; en esa mano un gran libro de Oscar Wilde; al oído, música tipo rock o algo más movido, imposible de saber si el volumen no subía.
Escrito el 10 de Septiembre de 2007
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