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Pilares mundiales patrios
(o cómo estar a esto y menos de liarla por unos dimes y diretes)
20 de Noviembre de 2016
Alcanzamos el mes más austero del año y lo hacemos con alegría y regocijo pues este mes se divide en dos, con una festividad de por medio que, según calendario, hasta nos brinda un pequeño puente de descanso.
Y sin necesidad de gastar en extras.
Porque además, es una celebración a nivel mundial. Ya ve usted, el día de la hispanidad es una celebración que no pasa desapercibida ni siquiera en los unidos estados, que nos sitúan en recónditas partes del mapamundi.
Dentro de esos festejos se puede apreciar cómo en este país no existe el orgullo a la patria. Mientras en el resto del mundo el alzamiento de la bandera nacional hace que pechos se hinchen de orgullo, manos saluden a su país y gargantas canten sus alabanzas, aquí nos falta el canto de un duro para comenzar el siguiente episodio de la Guerra de las Galaxias.
Pero todo queda en agua de borrajas tras comprobar que las funestas previsiones no se han cumplido y que al siguiente día laboral todos nos ponemos a trabajar como si el mundo fuera mundo (y no lo duden, que lo es).
Y para más inri, el debate religioso se pone en alza pues también es el agasajo a aquella que, sobre un trozo de piedra de igual nombre, es el centro de turismo y culto para maños de pura cepa. Y para los demás, también.
Eso sí, ya sea creyendo en santos o celebrando onomásticas, que no se nos olvide felicitar a las Pilares, mujeres fundamentales en nuestras vidas. Así que empieza ese día con un gesto, un regalo o un "¡Feliz día!", ya sea a tu jefa, a tu tía, a tu madrina o a la rubia soltera y buenorra vecina del quinto (a ésa, regalito extra).
Y a ver si antes de que acabe el mes notamos que el otoño está en pleno auge y no sólo en la nueva temporada de centros comerciales y tiendas de marcas conocidas por todos.
Y sin necesidad de gastar en extras.
Porque además, es una celebración a nivel mundial. Ya ve usted, el día de la hispanidad es una celebración que no pasa desapercibida ni siquiera en los unidos estados, que nos sitúan en recónditas partes del mapamundi.
Dentro de esos festejos se puede apreciar cómo en este país no existe el orgullo a la patria. Mientras en el resto del mundo el alzamiento de la bandera nacional hace que pechos se hinchen de orgullo, manos saluden a su país y gargantas canten sus alabanzas, aquí nos falta el canto de un duro para comenzar el siguiente episodio de la Guerra de las Galaxias.
Pero todo queda en agua de borrajas tras comprobar que las funestas previsiones no se han cumplido y que al siguiente día laboral todos nos ponemos a trabajar como si el mundo fuera mundo (y no lo duden, que lo es).
Y para más inri, el debate religioso se pone en alza pues también es el agasajo a aquella que, sobre un trozo de piedra de igual nombre, es el centro de turismo y culto para maños de pura cepa. Y para los demás, también.
Eso sí, ya sea creyendo en santos o celebrando onomásticas, que no se nos olvide felicitar a las Pilares, mujeres fundamentales en nuestras vidas. Así que empieza ese día con un gesto, un regalo o un "¡Feliz día!", ya sea a tu jefa, a tu tía, a tu madrina o a la rubia soltera y buenorra vecina del quinto (a ésa, regalito extra).
Y a ver si antes de que acabe el mes notamos que el otoño está en pleno auge y no sólo en la nueva temporada de centros comerciales y tiendas de marcas conocidas por todos.
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