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martes, 20 de agosto de 2013

Rompecorazones nº 6

Capítulo 6

Los Cinco Sentidos del Amor

20 de Agosto de 2013


- 1 -
Juan y Ana se enamoraron a simple vista. A Juan siempre le encantaba ver cómo Ana se vestía enseñando medio cuerpo, la ropa ceñida, los andares provocadores. Ana se deleitaba viendo los cuidados músculos de Juan, esos vaqueros bien apretados marcando las redondeces de los glúteos, esas camisetas ajustadas mostrando un torso atlético. Juan y Ana engordaron y se separaron.

- 2 -
Marcos se enamoró de los perfumes que Isabel gustaba ponerse. Procuraba aspirarlos lentamente para percibir todas las sensaciones posibles. Isabel se enamoró de Marcos porque usaba una loción de afeitado con un aroma muy dulce, disfrutaba con las dos gotitas de colonia que se ponía a diario, le encantaba ese fino sudor que le recorría el cuerpo en sus ardientes noches de pasión. Marcos e Isabel dejaron de comprarse colonias y perfumes y se separaron.

- 3 -
Carlos y Silvia tuvieron su primer contacto con tacto y desde entonces aprovechan cualquier situación para acariciarse. Por las noches se abrazan, cuerpo con cuerpo, ambos desnudos, y disfrutan conociendo el cuerpo del otro. Pasean cogidos de la mano y jugueteando con los dedos. Carlos y Silvia se quemaron un día las manos y, desde entonces, ya no han vuelto a tocarse.

- 4 -
Manuel y Olga se besaron por primera vez jugando a la "botella". Continuaron besándose a escondidas, saboreando los labios del otro, jugueteando con sus lenguas. Se besaban en una plaza, en la discoteca, en el rellano. Después de cada beso se decían a qué les había sabido, para volver a besarse otra vez. Probaban caramelos de varios sabores para disfrutar e intensificar los besos hasta que un día, a Manuel y a Olga les salió un par de caries y los besos dejaron de tener buen sabor.

- 5 -
Lucas y Cristina disfrutaban hablando horas y horas. unos días, Cristina se embelesaba con las palabras que Lucas le dedicaba, casi como poemas inspirados al azar. Otras veces, Lucas disfrutaba escuchando las fantásticas historias que Cristina le contaba, casi surgidas sólo para sus oídos. hablaban de música, de cine, de historia, de fantasías, de deseos, de vivencias. Lucas y Cristina, un día, no supieron qué decirse. Bueno, sí: "Adiós".

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