4.- Don Quejas vino e hizo el camino
5 de Junio de 2014
¿Creías que no tendría quejas en este momento y en este espacio que tienes delante?
Pues fallaste.
Al igual que fallan muchos al creerse con derechos por encima de los demás. Hablo, cómo no, de los conductores.
En año y medio conduciendo he tenido anécdotas, como todos. Tan sólo me han pitado dos veces y las dos coincidieron en glorietas donde quienes iban por el interior querían obligarme a frenar en seco para dejarles pasar. Que se incorporen al carril exterior para salir y se dejen de prisas.
Porque la prisa mata.
Y si no, que se lo digan al posible futuro del ciclista que se me echó encima, ignorando las normas de circulación y poniendo en peligro su vida, con mirada burlona. Si hubiera conducido otro, a velocidad adecuada mayor de la que yo llevaba, un grave accidente hubiera ocurrido.
Como con los que se saltan los stops (y no hablo del grupo musical), los que no ceden el paso, los que creen que los peatones somos objetivos a derribar.
Parece no haber cura para ellos.
Y para acabar de quejarme, lo hago contra aquellos que aparcan de oído, los que necesitan dos plazas o los que sólo necesitan aparcar una parte del coche mientras el resto no deja que los demás podamos seguir circulando con tranquilidad y sin incidentes.
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