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jueves, 15 de junio de 2017

Incierto final nº 19


19- Los extraños papeles

15 de Junio de 2017


El verano pasado...

Todos enmudecieron al ver el cadáver sentado en la gran butaca. Incluso Jorge quedó con un trozo de barrita de cereales sin masticar.

Emilio, que estaba al lado de la gran butaca, desvió la mirada hacia el escritorio. El libro abierto etaba lleno de números puestos de forma estructurada, con unas descripciones a la izquierda. Le recordaba las cuentas que hacía su madre.

Entre los papeles vio como un dibujo oculto. Quitó los papeles que estaban encima y descubrió un pequeño mapa que parecía el mapa de un tesoro. O de un atraco.

El mapa en sí tenía líneas de dos colores: las azules dibujaban la urbanización donde vivían y alrededores; las rojas como un pueblo que nunca existió.

Emilio se acercó un poco más al mapa y vio unas letras a su alrededor. Empezó a leerlas en voz alta:

- "Animae in cultu dominum tenebrae in via ad..."

Una especie de nube de humo apareció de la nada en medio de la cueva y parecía como si unos rayos quisieran salir de ella.

- ¡Mierda!

Con este exabrupto, la nube desapareció tan rápido que pareció más una ilusión que algo real.

- ¿La habéis visto?
- Yo sí -respondió Carlos, que se encontraba solo en la "entrada" de la cueva.
- ¿Dónde están esos dos tarados?
- Creo que dieron media vuelta...
- ¡Serán idiotas! Se han llevado la linterna.
- Bueno, podemos regresar despacito.
- Más nos vale, no quiero que nos pillen con esto.

Emilio cogió los papeles del escritorio y los metió en el libro. Se lo llevó todo y, junto a Carlos, retomaron el camino de regreso en las tinieblas, con una mano palpando la pared y con los pies casi arrastrándolos para ir adivinando los escalones.

Cuando llegaron al sótano de la cabaña, ahí estaban Jorge y Abel, el primero comiendo y el otro rebuscando en la estancia.

- ¿Pero qué pasa con vosotros? -estalló Emilio.
- Oye, tranquilo, que a mí las historias de miedo me dan... no sé, como... mucho miedo.
- Idiota, ahí abajo no había nada que diera miedo.
- Eso pregúntaselo al que estaba en el trono.

Abel empezó a reírse como si fuera el mejor chiste del mundo, revolcándose en el suelo. Hasta que Emilio le dio una colleja.

- ¡Venga, vamos, que habrá que dormir! Mañana tenemos que hacer como si nada de esto hubiera pasado.
- Por mí ya está olvidado -respondió Jorge.
- Y por mí -secundó Abel.
- Como si fuera un sueño -agregó Carlos.

Y así regresaron a sus camas.

A la mañana siguiente, el grupo de Carlos no dio mayores problemas, a excepción de las ya sabidas tonterías de Abel y Jorge.

sábado, 10 de junio de 2017

Dedicada a ti - A un amor que no pudo ser 5

A un amor que no pudo ser

Dos luceros

10 de Junio de 2017


Dos luceros que anuncian
cosas buenas y sentimientos
ocultos por el tiempo
que ha pasado entre tú y yo.

Dos luceros que iluminan
mi cansada y gastada vida,
un camino largo y triste
sin que a ti me acoja y viva.

Dos luceros que me quieren,
que me aman y que olvidan
mis errores y me ofrecen
contigo vivir la vida.