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lunes, 31 de marzo de 2014

Avances: Abril '14


Abril 2014

Continuamos en nuestro esfuerzo por traer buenas letras para vuestra lectura y disfrute.

Aquí estamos otro mes más y parece ser que nuestro invitado estrella, El Quejas, ha desatado el ansia de lectura. ¡Buena acogida, pues! Asíque seguiremos dándole más oportunidades para que nos deslumbre con sus letras.


Simplemente, siéntate, lee y disfruta.

Sin más, os dejo a la ansiosa espera de vuestras publicaciones favoritas.
Día 5: Segunda entrega de nuestra nueva estrella invitada, El Quejas. ¿De qué se quejará ahora y cómo nos hará disfrutar leyendo con sus quejas?
Día 10: Sigue la serie de relatos de amor, "Un paseo por el corazón" con una reflexión sobre "El amor amado".
Día 15: Cuarto capítulo de "Novela en capítulos cortos" y ya nuestros protagonistas tiene reyertas entre ellos. ¿O simplemente son roces? Descubrámoslo este mes.
Día 20: Continúa la serie "Fantasías" y nos deja, este mes, con "Fantasía prohibida".
Día 25: Seguimos con la serie "Últimos Pensamientos" y que no os engañe el título, "Feliz aniversario, libertad".
Día 30: Avance del próximo mes de Mayo de 2014.
Como siempre, mi más sincero agradecimiento a quienes me seguís, así como a quienes entran esporádicamente y disfrutan con nuevas letras mías.
rpPaco
Producciones Caponata 2014

martes, 25 de marzo de 2014

Últimos pensamientos nº 8

Últimos Pensamientos

Mal día


25 de Marzo de 2014

Terminó de vestirse y se dispuso a salir a la calle cuando, momentáneamente, perdió el equilibrio. Se asió como pudo al borde de la mesilla de noche y, echando una ojeada al espejo, comprobó que estaba preparado.

Con cuidado cerró la puerta, no sin antes comprobar que llevaba las llaves, y salió por el pasillo hacia la calle, acertando casi a acoplar la rodilla derecha en el cenicero de la entrada.

Recuperado del inesperado encuentro se encontró en la calle, soleada como nunca, y se dirigió al coche. A un paso de llegar al capó, encontraron sus dientes la roja pintura del magnífico descapotable, dejándole unos labios "maquillados" sin querer.

Repuesto del traspiés que, creía él, había sufrido, abrió la puerta y entró en el automóvil. Lo puso en marcha y abandonó lentamente la zona que ocupaba para agregarse a la circulación de la calle Mayor, aun a pesar de haberse subido encima de la acera y abollar un farol que anunciaba días mejores al de hoy.

Avergonzado por la falta de destreza con que, volvía a creer, se habia levantado aquella mañana, se dirigió a disculparse al dueño de aquel objeto que acababa de inutilizar, cayendo fortuitamente en un rosal bien espinado que crecía a su derecha.

Intentó levantarse como su cuerpo le dejó, aunque algo no respondía bien pues sus manos acariciaron unos bastante crecidos cactus que ladeaban el camino, acalorándole las palmas y los dedos y produciéndole una sensación de estrés metacarpial.

Por sorpresa, sus ojos se encontraron con el anciano que cuidaba la propiedad y, ayudándole a levantarse, notó cómo las mangas de su chaqueta quedaban temporalmente en las manos de aquel hombre.

Desesperado, comenzó a correr como un poseso sin darse cuenta del camión que se le venía encima ...


jueves, 20 de marzo de 2014

Fantasías nº 2

Un pensamiento

20 de Marzo de 2014

Deseo comerte a besos, deseo abrazarte, no soy libre si no estoy contigo.

Estás en mi mente y estás en mis sueños, en ti pienso en todo momento.

Si no fuera por la distancia y yo tuviera oportunidad de amarte llenaría de caricias todo tu cuerpo, a partes iguales, deleitándome con tus curvas y descubriéndote sensaciones.

Poco a poco te besaría; mientras, tu blusa quitaría con manos temblorosas, no de miedo sino de excitación. Descubriría tu espalda y mis dedos la recorrerían, desde la nuca hasta la falda. Tus senos admiraría, bien formados y bien hermosos. Con delicadeza lamería tus pezones y con suavidad los tocaría, sin apretar pero sin dejar centímetro por recorrer.

Mis manos recorrerían tus caderas y tus brazos, volverían hacia el vientre y subirían hasta el hombro, donde besos te daría.

Mientras fuera yo besando esos labios seductores poco a poco quitaría esa falda de tu cuerpo, hasta dejarlo descubierto ante el mío ya desnudo.

Poco a poco y sin prisas, a tus ingles con caricias mis manos deleitarían a tu cuerpo de un masaje de placer y de ternura.

Cuando estuvieras ahí tumbada con ansia exploraría tus tesoros, tus placeres y el bajo vientre adoraría con muy hábil lengua húmeda y con pasión desmesurada.

Con la lengua y con los dedos tu cuerpo recorrería y tus labios besaría cuando juntos nos uniéramos en un brusco y repentino movimiento donde suaves los siguientes en uno nos convirtieran.

Y por ti aguantaría dos minutos o dos horas, hasta que tú sintieras dentro gran placer y excitación tales que, sin remediarlo, nos unieran para siempre.

Yo deseo y yo ansío mas tenerte es imposible. Sólo sueño con el día en que mis sueños se harán reales.


sábado, 15 de marzo de 2014

Novela en capítulos cortos nº 3

15 de Marzo de 2014

- CAPÍTULO TERCERO -

Sirenas. Luces. Gente apartándose. La policía seguía la pista de un asesino. Comenzó con un atraco pero sucedió de forma imprevista y el atracador resultó herido. Minutos antes de que llegara la ambulancia ya había muerto a causa de un disparo. Nadie se preocupó de identificar al agresor, sino todo lo contrario, causaban dudas respecto a la identidad del malhechor.

- Por favor, de uno en uno –-anunciaba un policía.
- Era alto –-dijo una señora mayor.
- Rubio y con gafas -–decía uno.
- Creo que llevaba melena y era moreno, seguro –-aseguraba otro.
- ¡Casi me caigo por su culpa! No me di cuenta de qué pasaba hasta que…
- Por favor, dígame cómo es –-quiso saber el policía.
- Pues debe medir unos dos metros, calvo y con barba.
- Eso es mentira –-dijo una mujer- Tú quieres culpar a mi hermano.
- Cállate, gorda –-le dijo el hombre.
- ¿Se conocen? –-preguntó el policía.
- Es mi marido. Mi hermano está en Singapur, por si lo quieren comprobar. Y a ti, te pueden dar mucho por culo. Ya no vuelves a entrar en mi casa, cabrón.
- ¡Hija de puta! Yo pago el alquiler.
- Llévenselos a la comisaría –dijo el teniente- Y despejen el área.

Como siempre, el teniente Juan se hallaba en casos de asesinatos u homicidios. Poniendo en seguida mi cerebro a trabajar, llamé a mi secretaria y le dije que no recibiera a nadie hasta previo aviso y que se reuniera conmigo en el Centro Comercial tan pronto hubiera acabado su horario. Estuve indagando sobre los pocos hechos que la policía me permitió descubrir, pues la escena era patética.

El atracador, un hombre de unos cuarenta años, pelo largo, lacio y oscuro, yacía en el suelo ensangrentado por su misma esencia. La gabardina ocultaba una bolsa marrón de la cual sobresalían billetes azules. De diez mil pesetas. Estaba acusado de robo, salió corriendo y se topó con nuestro hombre. Después de un breve forcejeo, recibió el disparo. El asesino lo tenía planeado: ya se conocían.

Me encontré que la gente con quien había quedado estaba bastante aterrorizada. Les propuse que me esperaran en el Rincón de Paco, bar que conocía bastante personalmente y donde servían unos cafés con verdadero sabor, mientras yo llamaba a cierta persona. Me encaminé hacia las cabinas de teléfono, descolgué con aire de quien llama a alguien importante, deposité unas monedas y marqué un número. Esperé unos segundos hasta que una voz femenina y bien cuidad atendió generosamente mi llamada.

- Hola, Gari. Felicidades por el futuro niño. ¿O será niña?
- Gracias. El médico dice que será niño. Le pondremos Carlos, como su padre.
- ¿Y quién será el padrino de la criatura?
- Tú, por supuesto.
- Ya te dije que no quería nada así. Siempre te lo he dicho. Hazme caso por una vez. Por cierto, ¿vendrás a la reunión de hoy?
- No, ya va Carlos. Ya me explicará cómo ha ido. Por cierto, da recuerdos a esta gente de mi parte. La próxima supongo que iré con el niño.
- Bueno, pues nada. Ya nos veremos. Y cuídate mucho.
- Adiós.

Volví al lugar del caso. Una persona me indicó que quien llevaba el asunto, el teniente Juan, estaba ahora mismo en el Centro. Le agradecí enormemente el dato y me encaminé para hablar con Juan, pues nos conocíamos de otras ocasiones. Esta vez se mostró hostil.

- Hola, teniente Juan. ¿Cómo van las cosas en el cuerpo?
- Hola, abogado. O se ha equivocado de sitio o es a usted a quien buscamos.
- ¿Que ha pasado algo?
- No sea tonto, bien sabe qué ha ocurrido hoy aquí.
- Bueno, le puedo asegurar que me enteré como un transeúnte más.
- Pues no pida información de clase alguna porque lo vamos a llevar en confidencialidad absoluta. Y si notamos su aliento a menos de mil kilómetros de las pruebas, le encerraremos. ¿Lo ha entendido?
- Hombre, no te pongas así. Sólo espero que soluciones tus casos.
- Por favor, despejen la plaza -–inquirió uno de los policías.
- No hay nada que ver, sigan su camino -–le respaldó otro.

Apenado por el cambio de actitud de Juan, fui al encuentro del grupo reparando, sin embargo, en el uniforme que, apresuradamente, se escabullía del bullicio.


lunes, 10 de marzo de 2014

Un paseo por el corazón nº 4

Te quiero
10 de Marzo de 2014

Como un día gris en pleno mes de Agosto.

Como una vía muerta por la que descansa una hilera interminable de vagones.

Como un chorro de agua fría en una placa de doscientos grados.

Como una canción sin letra.

Como una pareja sin amor.

Así y sólo así me siento cuando no estás.

Como si fuera la correa de una sandalia que nunca será hallada, mi corazón siente que nunca estará contigo.

Una oda, un libro, un adiós y se rompe el silencio de mi interior.

Pero, al igual que el espacio posee agujeros negros, portadores de otros mundos, así es mi alma: llena de engaños, mentiras y rechazos pero, a su vez, portadora de ese anhelo a la esperanza de una afirmación y corresponderte como siempre he querido: QUERIÉNDOTE.

miércoles, 5 de marzo de 2014

El Quejas nº 1

1.- Introducción

5 de Marzo de 2014

Pues sí, has leído bien, soy El Quejas.

Capítulo a capítulo, paso a paso, publicación tras publicación, lo que haré será quejarme.

Porque así soy yo, un quejica nato, alguien descontento con ciertos detalles de la vida misma, de la convivencia, de la sociedad, de todo en general.

Y no voy a cambiar nada, ya lo sé, pero mi vicio es quejarme y lo haré mientras esté a disgusto con algo.

Así que ya sabes, si no quieres que me queje de ti, sigue leyendo y comparte conmigo unos minutos de quejas y verdades, tan subjetivas, que ni siquiera tú creas lo que digo.

O lo que escribo.

Y antes de terminar, me quejo de tener que escribir esta introducción (léase en tono sarcástico, ¡je, je!).