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lunes, 31 de diciembre de 2012

Avances: Enero '13

Avance


Enero 2013


En el último día del año, me complace avanzaros lo que, en el próximo año, podréis empezar a disfrutar como siempre.
Y como terminó una publicación, qué menos que empezar una nueva (año nuevo, publicación nueva). Espero que todas las publicaciones sean de vuestro agrado y disfrutéis con ellas.

Día 5: El Poeta Errante empieza el año con un nuevo blog, el séptimo,  que promete ser interesante a la par que mantener su estilo propio
Día 10: Quinta y última parte de Fue bonito mientras duró. ¿Cómo terminará todo?
Día 15: Después de las revelaciones en el anterior capítulo, ¿cómo afectará la verdad a partir de ahora en nuestra historia? Descúbrelo en el capítulo 10 de El Secreto.
Día 20: El Viejo Español y la Niña Cubana nos darán una pequeña sorpresa en esta cuarta entrega.
Día 25: Empezamos el año con una nueva publicación mensual, El Día Señalado. Hoy, la Introducción.
Día 31: Avance del próximo mes de Febrero de 2013.

Como siempre, mi más sincero agradecimiento a quienes me seguís, así como a quienes entran esporádicamente y disfrutan con nuevas letras mías.

martes, 25 de diciembre de 2012

El Paseante nº 11

El Paseante nº11

25 de Diciembre de 2012

 
Las calles están llenas de abrigos, bufandas y guantes, algunos paraguas de gente precavida tocan el suelo a modo de bastón y gorros variopintos cubren algunas cabezas frioleras. “El Paseante” también ha cambiado su chaqueta por una gabardina que bien abriga y una fina bufanda cuelga de su cuello.
Mientras pasea por la ciudad ve cómo los comerciantes cambian sus letreros habituales por otros de colores varios, algunos empiezan a poner luces de colores en sus establecimientos y otros aprovechan el espacio de los escaparates para vestirlos con pesebres y suelos “nevados”.
Al pasar frente a un local donde miles de bolas de colores hacen felices a miles de niños, “El Paseante” oye partes de una conversación.
- … los regalos no están.
- ¿Quién podría…?
- Además… en Navidad.

Los ojos de “El Paseante” miran hacia uno y otro lado y descubre, en una esquina a su izquierda, un trozo de papel dorado, de los que se emplean para envolver regalos. Se dirige hacia allí, gira la esquina y continúa por un callejón que gira hacia la izquierda en forma circular. Antes de llegar al final del callejón, siente un ruido tras una persiana y se acerca a escuchar.
- … es un buen botín.
- Seguro… buena tajada…
- ¡Ja, ja, ja!

El Paseante” recorre con la mirada alrededor de la persiana, buscando una forma silenciosa de entrar. Al mirar hacia arriba descubre que el edificio está sin habitar. Se acerca a la puerta que hay a la derecha y comprueba si está abierta.
Bien.
Empuja la puerta y entra. Sube unos escalones con cuidado de adaptarse a la oscuridad y se mete en una habitación a la izquierda.
Parece un altillo”, piensa “El Paseante”.
Al fondo a su derecha, descubre que no hay pared y que está algo iluminado por la luz de abajo. Se asoma ligeramente y ve a tres hombres con varios sacos grandes llenos de regalos, algunos ya fueron sacados y están abiertos encima de una mesa.
- ¿Cuánto crees que podemos sacar?
- Espero que unos cuantos miles.
- Je, je, feliz Navidad, chicos.
- ¡Feliz Navidad!
–corearon los tres.
Alzan unas copas que bien pueden llevar champagne, brindan con fuerza y beben desesperados. En ese momento, como una pesada sombra, “El Paseante” se lanza desde arriba derribando a los tres personajes. Sin saber cómo ni dónde, alzan puños al aire mientras “El Paseante” los va noqueando a la tenue luz de un candil.
Minutos después, los tres hombres están atados uno junto a otro en la calle, frente a la persiana. Unas sirenas de fondo indican que la policía está en camino y “El Paseante” llega hasta el local de las coloridas bolas con un gran saco a la espalda. Los niños están jugando en el momento en que entra “El Paseante”.
Por primera vez, una sonrisa aflora en su rostro.
Una algarabía de inocentes niños rompe la tranquilidad del lugar, pidiendo a “El Paseante” su regalo y jurando que han sido buenos.
Mientras entrega los regalos, “El Paseante” les sonríe, grita “Ho, ho, ho, feliz Navidad” y les guiña un ojo a través de la espesa barba blanca que se ha puesto y que combina a la perfección con el traje rojo y sus blancos adornos.

... FIN ...

jueves, 20 de diciembre de 2012

El Viejo Español y la Niña Cubana nº 3

Conversación


- ¿Es la primera vez que lo haces? -preguntó el viejo español.
- No
-respondió la niña cubana.
- Pues yo sí.
- Vaya, qué raro que digas eso. Todos los que vienen como tú nunca lo dicen.
- Siempre ha de ser alguien el primero.
- Pero no es normal decirlo.
- ¿Y qué es lo normal?
- No sé, lo de siempre, ya tú sabes.
- No, no lo sé.
- ¿De verdad que no lo has hecho antes?
- No.
- Pues vaya suerte he tenido
-dijo la niña cubana con una mueca.
- ¿Y por qué no me dices lo que se supone que debo hacer?
- Es fácil, verás: tú me dices qué quieres que haga y yo lo hago; luego me das cosas bonitas y me voy.
- Pues sí, parece fácil.
- Pues ya tú dirás, que no puedo estar todo el día aquí.
- Mira, me gustaría verte bailar. Me han dicho que lo hacéis muy bien y nunca lo he visto antes.
- Bien, será el mejor baile que hayas visto nunca.

Dicho esto, la niña cubana comenzó a tararear una melodía suave y lenta, marcando el ritmo con una serie de pasos pausados. Su cuerpo empezó a moverse a ese ritmo de una forma zigzagueante, subiendo los brazos de la misma forma, creando una ilusión de olas de mar.

La melodía se tornó canción, de letra repetida pero muy sensual. El viejo español pudo contemplar cómo un cuerpo podía doblarse y estremecerse sin moverse del sitio, los pies aferrados al suelo para mantener el equilibrio.

La niña cubana ya no estaba en la habitación, se había sumergido de lleno en la danza que le estaba ofreciendo al viejo español. Su cuerpo se movía y se doblaba, serpenteaba y giraba, y su alma era sensualidad hecha baile.

El viejo español participaba cada vez más de esa danza, la notaba, la sentía.

Y llegó el final.

Al contrario que al inicio, éste último terminó casi como en un golpe, una vez dado el último paso como si se hubiera quedado pegado al suelo. Y con él terminó también esa sensualidad hecha baile.

- ¿Te gustó? -preguntó la niña cubana.
- Me ha encantado -respondió emocionado el viejo español, saliéndole una emotiva lágrima del ojo izquierdo.

La niña cubana se acercó al viejo español y acercó su pequeña mano derecha a la cara de él. Con un dedo, le quitó la lágrima del ya arrugado rostro y con el resto acarició su mejilla.

- Y ahora, ¿qué quieres que haga?

Y el viejo español puso su mano derecha encima de la mano derecha de la niña cubana, con firmeza y suavidad ...

sábado, 15 de diciembre de 2012

El Secreto nº 9


Capítulo 9
15 de Diciembre de 2012



- Despierta, muchacho, despierta.

No podía apenas abrir los ojos, un incesante martilleo se había adueñado de mi cabeza, notando cierto mareo al moverla.

- Vamos, muchacho, despierta.

Esa voz. Me es familiar. Intento recordar pero intensas punzadas impiden que lo haga. Puedo entreabrir los ojos aunque sigo mareado.

- Joder, tío, ¿despiertas o te despierto?

Veo borroso, distingo algo luminoso que debe ser una luz y una sombra que debe ser de donde viene la voz. El martilleo es más débil ahora pero sigo mareado.

- ¡Hombre, si ya vuelve en sí!

Ahora empiezo a distinguir lo que me rodea. Veo la figura que está delante mío y me resulta familiar pero aún no acabo de asociarla. El mareo empieza a desvanecerse, creo que me han drogado y por eso estoy así de débil. Veo una mujer al fondo, inconsciente, tumbada.

- Vale, vale, vale. Por fin podemos empezar el juego.- ¡Tomás! -grito de repente.

Ahora lo recuerdo. Es el cabrón de Tomás. Como lo coja ...

- ¡Eh, ¿qué pasa?!
- Tranquilo, Paco, que estás atado y bien atado. No podrás escapar, aunque quieras.

Y Tomás lanza una enorme carcajada mientras se acerca a la mujer.

- ¡Ana! -veo que es mi hermana- ¡Déjala tranquila, cabrón!
- ¡Uy, uy, uy! Así no vamos a llegar a entendernos.
- Entiende esto, cabrón: te voy a arrancar el corazón como le pongas una mano encima.
- ¡Mira cómo tiemblo! Como no seas Houddini lo veo difícil.

Mira cómo se ríe. No se atreverá. Si lo hace, lo mato.

- Como podrás comprobar, me he tomado la libertad de atarte perfectamente en esa silla. Y tu hermana está atada a esta cama, de pies y manos. No escaparéis ninguno de los dos.
- ¡Suéltame y te enseñaré lo que es un hombre!
- No, no, no. Creo que seré yo quien le enseñe a la zorra de tu hermana lo que es un hombre.
- ¡Cabrón, hijo de perra!
- Veo que tendré un público difícil de complacer.

Y el cabrón se vuelve a reír. Será hijo de ...

Intento maniobrar para desatarme pero el bastardo sabe hacer nudos. No sé qué querrá pero intentaré desatarme aunque sea lo último que haga antes de matarle.

- ¿Ya estás despierta, Ana?
- ¿Qué ...?
- Tranquila, nena, que sólo será un ratito.
- ¡Déjala! -grito cuanto puedo.
- ¡Paco, ayúdame!
- No, no, no, chica mala, no se grita así.

Y le pega, ¡será cabrón!

- ¡¡Desgraciado!!
- Venga, nena, demuéstrale a tu hermano lo fuerte y valiente que eres.

Y le sigue pegando mientras yo estoy atado e inmovilizado. Mi hermana grita y yo no puedo hacer nada. Algo me duele dentro y tengo un mal presentimiento.

- ¡Basta, Tomás!
- Pero si acabo de empezar ...

La está desnudando, rompiendo su ropa de forma brutal. Ana intenta resistirse pero no puede, está atada a la cama, a merced de ese engendro del diablo.

- ¡Basta ya, Tomás!
- Aún no ha empezado lo mejor ...

¡Dios, la está manoseando! Si alguna vez existió Dios, que venga ahora y haga justicia.

- ¡¡Déjala de una vez, bastardo!!
- Si ahora viene lo mejor ...

Y riéndose, se baja los pantalones y veo que el cabrón está empalmado. ¡Será sádico!

- ¡No! -grita Ana.
- ¡Calla, furcia! -dice Tomás, dándole un manotazo.
- ¡¡Basta ya, cabrón del diablo!!
Rabia, odio, ira, impotencia, sed de sangre. Todo mezclado dentro de mí hace que mi cuerpo se sienta mal, arcadas en el estómago, náuseas generales, mareo. Veo, entre lágrimas y gritos, cómo la viola, cómo la pega, cómo la maltrata.

- ¡Basta, por favor!
Las lágrimas corren por mis mejillas y me impiden ver con claridad mas no quiero ver nada, sólo quiero encontrar la forma de escapar y de matarle, matarle, matarle.

- Basta, por favor.
Entre susurros sigo oyendo al bastardo violar a mi hermana, oigo que sigue golpeándola y mi hermana sigue gritando, cada vez más débil.

- No ...
Ya no tengo fuerzas en el cuerpo ni para hablar. Veo que Tomás tiene sus manos en el cuello de Ana y apenas la oigo. Sus movimientos son cada vez más débiles, apenas se mueve y no la oigo ya.

Ya no me salen más lágrimas, me sangran las muñecas de intentar soltarme, hasta me he mordido la lengua varias veces. Dulce sabor el de la propia sangre en tu boca, empalaga, impide que ningún sonido salga como debe.

Veo a mi hermana con la cabeza ladeada hacia mí, sus ojos abiertos, sin vida, sin aliento, muerta.

- ¡¡¡No!!!
Un dolor como nunca antes había sentido embarga todo mi cuerpo, noto que da un pequeño salto en la silla, la garganta quebrada por el último grito exhalado, los ojos derrotados por las lágrimas, todo oscuridad ...




lunes, 10 de diciembre de 2012

Fue bonito mientras duró... (IV)


... me quedé parado ante tal pregunta. El poco tiempo que debió pasar me pareció, sin embargo, eterno; el silencio, casi agobiante. Yo la estaba mirando a los ojos, que parecían brillar de un modo extraño, como queriendo buscar dentro de mí algo que yo nunca diría.

No sabía qué decir y, menos aún, por dónde empezar. Yo mantenía mi silencio; ella, su mirada. Sus cabellos se mecían por una brisa suave que tardé rato en notar, y parecían tener vida propia.

Sin darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, me encontré con sus labios que buscaban los míos. No sabía si mi fantasía me estaba jugando otra mala pasada o si era real como la vida misma, así que me dejé llevar y nuestros labios se juntaron casi armoniosamente, los besos fueron largos y pausados.

No pude evitar dejarme llevar por la situación y, acercándome a ella, la estreché entre mis brazos mientras nuestras lenguas seguían intercambiando impresiones. Recorrí su espalda y su cuello con mis manos, siempre con suavidad, olvidándome del resto del mundo. Mesaba sus cabellos entrelazándolos con mis dedos, que buscaban la suavidad de sus mejillas.

Yo ya no podía resistir más sin pegarla totalmente a mi cuerpo y, aprovechando que es más bien pequeña, la alcé momentáneamente con mis brazos y la senté encima de mis piernas.

Ella cogió mi cara con sus pequeñas manos y, entre beso y beso, me acariciaba mis barbudas mejillas y, de vez en cuando, me pasaba la mano detrás de la cabeza y sus dedos se enredaban en mi coleta.

Mi cuerpo ya estaba caliente y qué decir de otras cosas ...



miércoles, 5 de diciembre de 2012

El Poeta Errante nº 6



El Sexto sentido... desde muy lejos
5 de Diciembre de 2012


Ha pasado el tiempo del amor…”, cantaba Nicola di Bari, más querido por extranjeros que por los de su tierra. Y es que, como todo buen artista, hay que morir joven para ser reconocido, hay que emigrar para que te valoren, hay que desaparecer de la vida de alguien para que se den cuenta de lo especial que eres.
Tengo yo mis sentidos puestos en lo que hago, pues tiempo tengo de sobras. Y no sé si sabré sumar pues ya decía mi madre que algún sentido me falta. Pero no logro discernir cuál será.
De la vista hace tiempo que me di cuenta que es un sentido importante. Las lentes que me permiten ver un poco mejor a tres pasos me lo recuerdan todos los días, cuando me levanto por la mañana y tropiezo con la misma pared. ¿O quizá es que me levanto dormido?
Del oído también tengo entendido que es importante conservarlo. Me encanta recibir esas mágicas ondas llamadas música y sentir en mi interior como una paz y un sosiego que pocos masajes han intentado conseguir.
Muy importante el gusto, el sabor, el disfrutar de delicias como carnes o pescados bien sazonados, patatas asadas, jugosos tomates, excelentes vinos. Hace mucho tiempo que lo perdí, desde que empecé a fumar, allá cuando era jovencillo (aunque en mi mente sigo siéndolo).
Curiosamente, el tabaco no me ha arrebatado completamente el sentido del olfato. Para las cosas maravillosas sí que me es casi imposible descifrar sus olores, sus fragancias. Para aquellos elementos que desprenden un hedor casi indescriptible, mi varicilla está más que despierta, absorbe todo lo que puede y lo envía a mi pobre cerebro (así lo tengo, pobrecillo).
Por último, hay un sentido que, valga la redundancia, da sentido a la concepción misma del espacio y del cuidado. El tacto me permite tanto recorrer una superficie y descubrir sus zonas lisas y las que no lo son como caminar a oscuras y saber cuándo he llegado a la esquina. Además, es gratificante la sensación que produce pasar la mano sobre la mejilla de alguien querido, recoger esa lágrima con el nudillo de uno de nuestros dedos, descubrir su figura gracias a las yemas de nuestros dedos, sentir un corazón ajeno palpitando pecho contra pecho.
Pues sí, desde muy lejos he sentido que un sexto tornillo me faltaba. ¡Cuánta razón tienen las madres! Espero que no me lo dejara en su casa, seguro que diría: "Un día te dejarás la cabeza y no sabrás dónde”.
 
El Poeta Errante

viernes, 30 de noviembre de 2012

Avances: Diciembre '12

Avance


Diciembre 2012


Llegamos al último mes del año y con él, el avance de lo que será publicado, para que sepáis qué podéis leer y cuándo lo encontraréis. Como sorpresa, el final de una publicación. ¿Cuál será?

Día 5: Sexto blog de El Poeta Errante, más interesante que los anteriores.
Día 10: Tercera parte de Fue bonito mientras duró. ¿Cómo reaccionó el protagonista ante tal inquisición?
Día 15: Después de la gran acusación hecha por Paco, ¿qué será lo siguiente? ¿Descubriremos lo que hizo Tomás en el noveno capítulo de El Secreto?
Día 20: ¿Qué pasará con El Viejo Español y la Niña Cubana en la tercera entrega?
Día 25: El Paseante se despide de nosotros con un pequeño episodio navideño.
Día 31: Último avance del año, a un día de atragantarse con las uvas y preparando ya la que se avecina para el año 2013.

Como siempre, mi más sincero agradecimiento a quienes me seguís, así como a quienes entran esporádicamente y disfrutan con nuevas letras mías.

domingo, 25 de noviembre de 2012

El Paseante nº 10

El Paseante nº10

25 de Noviembre de 2012

Tres enormes seres, monstruosos para muchos, se erigen ante “El Paseante”. Por lo que han dicho, son seres hechos por elementos de la naturaleza: tierra, aire y agua. “Pero falta uno”, piensa “El Paseante”.
- ¿Dónde está “Elemental de Fuego”? –tienta “El Paseante”.
- Es nuestro enemigo –responde uno de ellos, aunque parece que hablan los tres a la vez.
- ¿Vuestro enemigo?
- Sí.
La afirmación queda interrumpida por un súbito y deslumbrante haz de fuego.
- ¡Es él! –grita “Elemental de Tierra”.
- ¡Acabemos con él! –secundan sus hermanos.
Tras el haz de fuego aparece un ser llameante, como fuego con vida. Sus ojos refulgen en rojo resplandor, en ira amplificada, en destrucción anhelante.
El primero en caer es “Elemental de Agua”. El villano ha calentado su cuerpo en exceso y su poder ha sido evaporado.
Elemental de Aire” crea un huracán pero el fogoso malo se ha metido en el centro y lo está quemando a ráfagas. Cae al suelo mientras “El Paseante” continúa como mero observador.
Es el turno de “Elemental de Tierra” y envía ráfagas de piedras sobre el malvado ser, sorteándolas al moldear su llameante cuerpo a antojo.
Entonces “El Paseante” tiene una idea y se dirige a los dos seres que se están recuperando. Habla con ellos en susurros y, acto seguido, los dos Elementales se dirigen hacia el centro de la batalla.
- ¡Aguanta un poco, Gaios!
Tal y como les ha indicado “El Paseante”, “Elemental de Aire” crea un torbellino encerrando a los cuatro seres en el centro. Al momento, “Elemental de Agua” se abalanza sobre su enemigo cerrándole en una burbuja de agua. “Elemental de Tierra”, habiendo sido informado del plan telepáticamente, alza un brazo y envía mil rocas en un segundo para crear otra barrera rodeando la burbuja. En cuestión de segundos, han conseguido encerrarle momentáneamente. En cuanto el agua y la tierra se mezclan, crean una masa cementosa que empieza a calentarse por el vil ser que está dentro pero bien se apresura “Elemental de Aire” en enfriarlo con un tornado que sólo afecta a la improvisada trampa. El resultado queda en una bola de piedra dura con el villano en su interior.
Después de repetir el proceso varias veces para asegurar la extraordinaria cárcel, los Elementales se despiden de “El Paseante”, agradeciéndole la ayuda.
- Gracias por tu ayuda.
- Esa es mi misión, ayudar a los demás.
- Los Elementales estamos en deuda contigo. Cuando necesites ayuda, Hydros, Eolos y yo mismo, Gaios, acudiremos a ti.
- Gracias a vosotros también por detener la amenaza.

Mientras los Elementales se alejan hacia el horizonte, “El Paseante” ve cómo el destruido parque vuelve a su estado natural en breves momentos.

... FIN ...

martes, 20 de noviembre de 2012

El Viejo Español y la Niña Cubana nº 2

Presentación


El viejo español ha llegado a Cuba, con la esperanza de encontrar ese alivio momentáneo que muchos van a buscar. Le han hablado de lindas morenas que, por cosas de poco valor, son capaces de hacerle disfrutar a uno. Él va convencido que encontrará lo que busca y que su vida será mejor, porque la soledad lo está matando más que el cáncer.

La niña cubana es aún muy joven. Es linda, avispada y sale todos los días a buscar turistas para conseguir algo de valor con que intercambiar por alimentos. Es la mayor de seis hermanos y no recuerda un día en que haya comido medianamente bien.

Como todos los días, el barco español llega a Cuba y sus pasajeros desembarcan para disfrutar de su estancia en esa isla que llaman exótica, llena de jóvenes salerosos y bellas muchachas. Se ven muchas niñas recorriendo los puestos y los restaurantes, saludando y sonriendo a los turistas.

La niña cubana camina mirando hacia el barco, soñando poder tener esa vida de viajes y ensueño de la gente que tiene dinero mientras el viejo español mira unas postales de los lugares más bellos de la isla.

En un momento se produce el encuentro y la niña cubana tropieza con el viejo español. La niña cubana se disculpa por no mirar a donde debía mientras que el viejo español se disculpa por estar en medio del estrecho paso entre las casas de recuerdos.

Se miran a los ojos y el tiempo se detiene a su alrededor. Ella ve en los ojos del viejo español una soledad que muchos tienen y pocos reconocen. Él ve en los ojos de la niña cubana una miseria que ella quiere ocultar bajo su sonrisa.

Cuando los dos vuelven en sí, casi de mutuo acuerdo, se cogen de la mano y caminan hacia la pensión del viejo español, sin que nadie le reproche al hombre su acción futura y teniendo las envidiosas miradas del resto de las niñas por haber tenido suerte a la primera.

jueves, 15 de noviembre de 2012

El Secreto nº 8


Capítulo 8
15 de Noviembre de 2012

Paco soltó lentamente a Sonia, quien había dejado de hacer fuerza en el cuello de Anselmo. Se giraron poco a poco mientras sus mentes intentaban comprender lo que pasaba.

Allí enfrente, de pie, se encontraba Eulalia, con la cara oculta de nuevo por la melena, apretando los puños, intentando mantenerse de pie.

- ¡Eulalia, no! -dijo Anselmo casi en un susurro.
- Espera, -dijo Paco- quizá ella nos explique mejor qué hacéis aquí.
- ¡Ella no sabe nada! -dijo Anselmo.
- Mejor que hable por sí sola -agregó Sonia.

Paco y Sonia miraron hacia Eulalia viendo una frágil figura que parecía estar en el sitio equivocado con la gente equivocada.

- Dime, Eulalia -dijo Paco- ¿qué hacéis aquí?
- Vengar la muerte de Tomás.

Otra vez se hizo el silencio al oír ese nombre. Paco no quería recordar, Sonia no quería recordarlo. Al cabo de un rato dijo Sonia:

- Está muerto.
- Sí, eso ya lo sé -sentenció Eulalia.
- ¿Y qué hizo de bueno para vengarle?
- ¡Era mi marido!
- Y un cabrón ... -dijo Paco.
- Pero eso no os da ningún derecho ...
- ¿Y él sí?
- Todo el mundo conocía a Tomás, -dijo Anselmo- quien más y quien menos le aguantábamos.

Paco contuvo la ira que le producía el ver que no sabían lo que Tomás les hizo. Procuró no demostrarlo cuando dijo:

- Hay cosas que no se pueden aguantar.

Eulalia y Anselmo se miraron con cierta sorpresa en la cara.

- ¿A qué te refieres, "pegajoso"?
- ¡Vuelve a llamarme así y seré yo quien te clave las uñas en el cuello!
- ¡Tranquilo, tranquilo, que no quiero acabar como Tomás! -dijo con una mueca de burla.
- Pues vas por buen camino.
- Tranquilizaos los dos -dijo Eulalia- Y ahora, explícate, Paco.

Eulalia se sentó en el banco que había en el porche y miró hacia Paco. Paco intentó relajar el cuerpo y metió las manos en los bolsillos.

- ¿Qué haríais vosotros si violaran y mataran a vuestra hermana delante de vuestros ojos?

Eulalia y Anselmo fueron cogidos por sorpresa, abriendo los ojos desmesuradamente y temiendo lo peor.

- ¿Qué haríais vosotros si estuvierais sentados, atados de pies y manos, presenciando cómo violan, ultrajan, maltratan y matan a tu hermana?

Eulalia y Anselmo no sabían qué decir. Sonia notó cómo un inmenso dolor se le clavaba en el corazón recordando a su mejor amiga.

- ¡Pues eso es lo que hizo vuestro adorado Tomás!

Y acto seguido se inclinó hacia el suelo sin poder contener las ganas de vomitar.



sábado, 10 de noviembre de 2012

Fue bonito mientras duró... (III)


... durante unos minutos caminábamos cogidos de la mano y en pleno silencio. Ella, a mi lado; yo, disfrutando del paseo con ella y del suave contacto de su mano.

Pasamos al lado de un pequeño puesto de flores, que estaba al lado del mercado, y nos paramos un momento. Me acordé, no sé porqué, de aquella canción que cantaron, entre otros, los Blue Diamonds: Amapola; y le pedí una a la florista. Una vez pagada, le regalé la amapola a, llamémosla, mi chica y continuamos paseando hasta llegar bajo la autopista.

Correteaban unos chiquillos por ahí a la vista protectora de sus padres que, entre frase y frase, no quitaban un ojo de encima de los niños.

Nos sentamos en un banco y comenzamos a conocernos un poco más: hablamos de música, de nuestras familias, de experiencias vividas, de recuerdos nostálgicos y de poesía. A ella le gustaba la poesía, aunque reconoció que, como a mí, pocas veces entendía el significado de algunas poesías.

Entonces, y sin pensarlo, me pidió:

- Cuéntame algo de las chicas con las que has salido ...



lunes, 5 de noviembre de 2012

El Poeta Errante nº 5



Quinto levanta... y dale a la semántica
5 de Noviembre de 2012



Cantan en el ejército: "Quinto levanta, quítate la manta..." o algo parecido.
Semántica, dicen.
Y como un traductor no puede ejercer su trabajo escribiendo cosas parecidas a lo que originalmente dicen los textos, así tampoco debemos nosotros hablar en la vida cotidiana.
Porque, ya lo dice el refrán: "No es lo mismo un guardameta a que la meta un guarda".
Por esa razón no es lo mismo hacer las cosas cuando se pueda que cuando se quiera. Porque yo quiero tener un millón de amigos pero, de momento, no me será posible (vale cualquier ejemplo, pensad en… en otro color).
Refiriéndonos a la situación actual, los parados se clasifican en dos: los que no pueden y los que no quieren. A los que no quieren no les tengo la más mínima envidia, porque quien algo quiere, algo le cuesta. Si les oigo quejarse, les miro con asco pues la situación no les quita el trabajo sino que ellos mismos desprecian tan honrable actitud como lo es el querer trabajar.
En cambio, a los otros admiraré por su empeño en abrirse paso a través de tan difícil situación. Desde aquí mando todo mi apoyo a quienes quieren trabajar y no pueden que, por desgracia, ya somos muchos.
¡¡Ánimo!!

... dedicado a ese 25% que, sin quererlo, encabezamos los titulares sobre la situación económica del país ... sigamos luchando ...


 El Poeta Errante

miércoles, 31 de octubre de 2012

Avance: Noviembre '12

Avance


Noviembre 2012


Como es habitual, aquí tenéis un nuevo avance de lo que depara el próximo mes. Después de las fiestas de Halloween viene bien hacer un poco de lectura en vuestro blog habitual.

Día 5: El Poeta Errante nos va a deleitar de nuevo con una quinta entrega en la misma tónica de siempre.
Día 10: Tercera entrega de Fue bonito mientras duró
Día 15: Las cosas se caldean entre todos los que conocieron a Tomás. ¿Fue tan malo como dicen? ¿Por qué nadie descansa al escuchar su nombre? Sigue averiguándolo en la octava entrega de El Secreto.
Día 20: Segunda entrega de El Viejo Español y la Niña Cubana
Día 25: El Paseante ha conocido a los "Elementales" y el mundo no volverá a ser el mismo. ¿O sí? Descubre el final de esta historia en esta nueva entrega.
Día 30: Penúltimo avance del año, a una semana del famoso "Puente-acueducto".

Como siempre, mi más sincero agradecimiento a quienes me seguís, así como a quienes entran esporádicamente y disfrutan con nuevas letras mías.

jueves, 25 de octubre de 2012

El Paseante nº 9

El Paseante nº9

25 de Octubre de 2012


 “El Paseante” está inmóvil delante de ese gran se de piedra que se hace llamar “Elemental de Tierra”. Los dos se miran y estudian, cada uno por sus razones. "Elemental de Tierra” busca la razón que ha llevado a ese hombre hasta él. “El Paseante” se pregunta qué razón tuvo la naturaleza de crear un ser así.
- ¿Por qué estás aquí? –“Elemental de Tierra”
rompe el silencio.
- ¿Cómo dices?
- El resto de personas ya ha salido del parque. ¿Por qué tú no?
- Hay cosas más importantes ahora mismo que resolver.
- ¿Por ejemplo?
- ¿Por qué estás haciendo esto?
“Elemental de Tierra”
queda un momento en silencio, sus ojos se alzan al cielo y su expresión se mantiene inmutable.
- Estoy llamando a mis hermanos.
- ¿A tus hermanos? ¿Hay más seres como tú?
- Sí, y ya están llegando.
“El Paseante"
alza la vista al cielo, hacia donde mira “Elemental de Tierra” y ve dos oscuras sombras acercarse hacia ellos.
A la derecha de “Elemental de Tierra” cae un ser de color azulado, entre claro y transparente. Su cuerpo está marcado por rizos espumosos que se mueven a lo largo y ancho de este personaje.
A la izquierda, y como un tornado, cae un cúmulo de blancas y grises brumas que definen un cuerpo casi volátil, ondeando en el aire.
En el momento en que los tres seres están en línea, cesan los temblores.
“El Paseante”
no cree lo que ve, echa un paso hacia atrás y, titubeante, pregunta:
- ¿Quiénes sois vosotros?
El ser a la izquierda de “Elemental de Tierra” dice:
- Soy “Elemental de Aire”.
- Y yo –
dice el tercero- soy “Elemental de Agua”.
... continuará ...

sábado, 20 de octubre de 2012

El Viejo Español y la Niña Cubana nº 1

Prefacio/Prólogo/Nota inicial

... este pequeño cuento que empieza aquí no es más que eso, un cuento ... para nada ha de crear prejuicios de ningún tipo, al igual que tampoco es ningún manifiesto contra nada en concreto ... pido, pues, que se lea como una historia más, algo que ha salido de mi cabeza a raíz de un comentario, una imagen o una noticia ... espero que nadie entienda lo que no está expresado al igual que espero que nadie se ofenda por la historia (ficticia) que aquí se relata ... gracias ...

Introducción

Érase una vez un viejo español que vivía solo y que no tenía más compañía que la suya propia.

Así mismo, érase una vez una niña cubana que no tenía bocado que llevarse a la boca, a no ser que llevara a casa algo de valor.

Érase, pues, una vez en que dos personas de diferente sexo, edad y nacionalidad, iban a ser protagonistas de dos historias reales, muy diferentes entre sí pero reales como la vida misma.

Érase también, un viaje de España a Cuba y su correspondiente regreso, un viaje que siempre comienza igual pero que termina como cada cual quiere que termine.

lunes, 15 de octubre de 2012

El Secreto nº 7


Capítulo 7
15 de Octubre de 2012



No podían creer lo que sus oídos acababan de escuchar.

Tomás.

Tomás fue un cabrón que acabó muerto y que les provocó mil pesadillas, les jodió la vida aun después de muerto.

Paco notó que un escalofrío le recorría el cuerpo mientras vio cómo Sonia se desmayaba y caía al suelo. Roberto terminó por cagarse de miedo, literalmente. Anselmo lo empujó sin dejar de apuntarle.

- ¡Pero serás cerdo!

Roberto se tambaleó hacia su hermana, con el cuerpo descompuesto. Seguía pálido y sudando como un cerdo, su andar era pesaroso y le temblaban las manos. Se paró ante Sonia y se agachó cogiendo a su hermana entre sus brazos y murmurando:

- Soy joven para morir, soy joven para morir ...
- ¡Cállate ya, estúpido!


La voz de Anselmo sonó autoritaria, sus ojos rabiaban de ira y sus palabras eran acompañadas de escupitajos.

- ¡Siempre gimoteando, cabrón! ¿Quieres acabar como Tomás? ¿O ya no lo recuerdas?
- ¡Basta ya! -gritó Paco, temblándole el labio inferior- Dinos qué quieres y porqué haces esto.
- Mejor me explicas tú porqué tuvo que morir Tomás.
- ¡Olvídate de Tomás! Ya pasó a la historia, está muerto.
- ¡¡No lo olvido porque lo matasteis vosotros!!


Paco se mordió el labio inferior intentando calmar sus nervios.

- Y tú, ¿de qué me conoces?
- ¡Pobre "pegajoso", que no recuerda a sus amigos!
- ¡Yo no soy tu amigo, cabrón!
- Vigila tus palabras, que pueden ser tu sentencia de muerte.


Paco apretó los puños mientras desafiaba a Anselmo con la mirada.

- Pareces muy seguro con un revólver en la mano ...
- Igual que tú hace tiempo -sentenció Anselmo.

Roberto se levantó de un salto y se abalanzó hacia Anselmo mientras Sonia se despertaba.

- ¿Qué ha pasado? -musitó.
- ¡Roberto, no! -gritó Paco.
- ¿Roberto? -dijo Sonia- ¿Qué pasa, Roberto?
- ¡Insensato! -gritó Anselmo.
- ¡¡No lo hagas!! -dijo Paco dando un paso adelante.

El silencio de la tarde se interrumpió ante un sonoro disparo.

Paco, Sonia e incluso Anselmo, se quedaron atónitos al ver a Roberto desplomarse al suelo cuan largo era él.

Paco miró a Anselmo y vio que tímidamente temblaba mientras que Sonia se iba encendiendo de la rabia, sus ojos reflejando una ira incontenible, los dientes apretados al máximo, las uñas hiriendo sus palmas de la fuerza con que apretaba los puños.

- ¡Serás hijo de ...! -gritó Sonia.
- ¡No, no! -dijo Anselmo, abriendo los ojos desmesuradamente- ¡No quería hacerlo!
- ¡¡Bastardo hijo de la gran ...!!

Y Sonia se levantó de un salto y se lanzó contra Anselmo, seguida por Paco.

- ¡No, Sonia!
- ¡Déjame en paz, que yo lo mato!
- ¡Ha sido un accidente! -dijo Anselmo.
- ¡¡Cabrón, te voy a arrancar los ojos!!

Anselmo dejó caer el revólver cuando notó las uñas de Sonia en su garganta mientras Paco la cogía para separarla de Anselmo. Sonia luchaba con furia, clavando más y más las uñas en el cuello de un aturdido Anselmo, mientras que Paco no lograba detener una posible carnicería.

- Parad, por favor ...

Los ojos de Sonia querían matar, descuartizar, desangrar, arrancarle los ojos, el corazón, la vida.

- Parad, por favor ...

Paco empleaba todas sus fuerzas para separarles, sintiéndose flaquear por momentos, tensos los brazos, sudorosa la frente.

- ¡¡Dejad de una puta vez a mi hermano!!



miércoles, 10 de octubre de 2012

Fue bonito mientras duró... (II)


... cuando terminé mi horario y me dispuse a cambiarme, le dije que en unos minutos me reuniría con ella. Ella asintió con su dulce sonrisa y mi ser se estremeció durante un instante.

Cuando terminé de prepararme, me despedí momentáneamente de mis compañeros y me fui con ella a pasear por la basta avenida atestada de comercios y de personas corriendo para hacer sus compras de última hora (ya se sabe, los Sábados por la tarde es lo que tienen).

Durante el camino me fue comentando que hacía tiempo que me observaba, y no profesionalmente hablando. Se había dado cuenta de las pequeñas miradas furtivas que hacía y que sabía que a mí me gustaba ella. Me confesó, paseando entre la muchedumbre, que ella sentía algo por mí, aunque no sabía muy bien qué era.

Me contó que había salido de una relación tormentosa y que no se encontraba bien emocionalmente hablando. Necesitaba dejar su corazón reposando y curándose de las heridas recibidas por tal relación. Era por eso que estaba confundida, no sabía cómo era posible que pudiera sentir algo por alguien con el corazón hecho trizas.

Como buenamente pude, la tranquilicé con las mejores palabras que mi pobre boca me permitía balbucear. "No te preocupes, chiquilla, para que puedas querer a alguien, necesitas tener tu ser en armonía y tener el ánimo firme. Mientras eso no sea así, sólo has de preocuparte por ti y no pensar en la posibilidad de lo irracional."

Con una pequeña sonrisa de complicidad, y casi distraídamente, me cogió de la mano con una suavidad que no recordaba haber sentido anteriormente. Mi corazón se puso a latir con más fuerza y mis nervios empezaban a descontrolarse. ¡Era el primer contacto físico que tenía con ella! Continuábamos caminando ...



viernes, 5 de octubre de 2012

El Poeta Errante nº 4



Cuarto y mitad de blog
5 de Octubre de 2012


La verdad es que fui al mercado y quería Cuarto y mitad de lentejas pero, siendo comida de viejas, si las quieres las comes y si no, las dejas.
Hay quien se preguntará el porqué de todo junto (traducciones a la ligera) y sólo puedo responder con el silencio. Porque es mejor callar si lo que se va a decir no es más bonito que el silencio. En este mundo que nos ha tocado vivir, oímos (que no escuchamos) infinidad de frases que hieren nuestros oídos y debilitan nuestra inteligencia, insultándola. Yo estoy escribiendo mis escritos con paulatina distancia puesto que quien quiera leerme que lo haga. Quien no, tiene a otros escritores para elegir.
Porque a mí no me gusta quejarme. Al menos, no delante de todo el mundo para que me den palmadas en la espalda y todo pasará. No voy a ir a una tienda fotográfica a revelar mi rollo. No entraré en un bar y, por el módico precio de un café, me desahogaré cual histriónico en la consulta de un psicólogo.
No. Sólo dejaré que las palabras fluyan por aquí, en este medio tan grato y corrosivo que hace las veces de medio de contacto y ficticia vida real.
No me preocuparé de los novios con los que salga mi vecina del tercero; tampoco me importará si el vecino de enfrente es primo hermano del cuñado del sobrino del tío de la hermana de uno de los novios de mi vecina; no quiero saber si la vida de una estrella mediática es un bulo o es la fatal realidad.
Simplemente me desahogaré cuando necesite hacerlo a la antigua usanza: en casa, con mi botella de agua (el alcohol cada vez está más caro; o, al menos, debería estarlo), con el televisor encendido en un documental de apareamiento de la oruga balconera, bata y pijama color desteñido, pelo y barba desaliñados, cigarrillo colgando del labio cual suicida haciendo puenting, mente en blanco y ojos enfocados en la última telaraña que, Herminia la octogenaria araña, ha querido dejar para mi gusto y deleite a la hora de hacer las tareas domésticas.
Creo que, al final, pasaré de comprar la libra de lentejas. Mis dientes ya no pueden masticar el hierro como antes.

 El Poeta Errante

domingo, 30 de septiembre de 2012

Avance: Octubre '12

Avance


Octubre 2012


Entró el Otoño y no quiero dejar pasar la oportunidad de informaros sobre los avances del próximo mes. ¡¡ Estrenamos publicación !! Así tendremos, cada cinco días, un nuevo relato ya sea perteneciente a una novela, a un cuento, a una aventura o a las ideas paranoicas de un escritor novel. Espero que disfrutéis con su lectura (la de las publicaciones también).

Día 5: El Poeta Errante nos trae la cuarta entrega de su sabiduría.
Día 10: Segunda entrega de Fue bonito mientras duró
Día 15: La historia se complica a medida que se van encontrando con nuevos personajes. ¿Por qué todos tiene conexión con Tomás? ¿Qué nos desvelarán de nuevo la viuda de Tomás y su hermano? Todo ello en la séptima entrega de El Secreto.
Día 20: ¡¡ Estrenamos otra publicación !! En este caso se trata de un cuento por capítulos que por nada del mundo pretende ser lo que no es; simplemente, entretenimiento literario. Hablamos, por supuesto, de El Viejo Español y la Niña Cubana. Espero que lo disfrutéis. <-- ¡¡¡ NUEVO !!!
Día 25: El Paseante se ha encontrado con Elemental de Tierra. ¿Quién es él y por qué está allí? no te pierdas la continuación de las aventuras de tan extraño personaje.
Día 31: Cómo no, el avance para el próximo mes (y nos acercamos a fin de año).

Espero no defraudaros con ninguno de mis escritos y, sobre todo, no fallar en ninguna de mis publicaciones. para que yo pueda seguir escribiendo necesito que vosotras/os sigáis leyendo. Gracias.

martes, 25 de septiembre de 2012

El Paseante nº 8

El Paseante nº8

25 de Septiembre de 2012




Las últimas experiencias vividas por “El Paseante” han conseguido perturbar la sobria expresión de su rostro. No tiene claros sus recuerdos pues su memoria no va más allá de algunos meses, cuando intentaba ayudar a la gente.
Mientras reflexiona, camina hacia el parque central, lugar de obligada visita para los foráneos y punto de reunión de los jubilados de la zona. Allí van con sus nietos para que disfruten del completo conjunto de atracciones sólo para niños.
De pronto, un fuerte temblor sacude a los que están en el parque, algunas piedras saltan, los pájaros salen volando.
- ¡Qué extraño! –dice “El Paseante”- Aquí nunca ha habido terremotos.
Mira hacia la zona infantil y ve que los niños se han ido. Los columpios han cedido a una pequeña brecha en el suelo y el tobogán tiene un extraño doblez.
Otro temblor.
- ¿Qué pasa?
Las personas corren para salir del parque y nadie sabe por qué ocurre esto.
- No sé, debe ser un terremoto.
- ¿En esta zona? ¡Es imposible!
El Paseante” se adentra al centro del parque, sintiendo temblores cada vez más fuertes sin saber qué espera encontrar.
Otra sacudida aún mayor.
El Paseante” llega a la explanada central del parque, un lugar donde una bonita fuente domina la vista, cual Fontana di Trevi, hallándose ahora partida por la mitad. En el centro hay alguien grande, de forma extraña. Tiene el cuerpo de color tierra y unos bultos a modo de piedras rugosas.
El Paseante” se para a unos metros de este ser y con voz grave dice:
- ¿Quién eres?
El ser se gira hacia “El Paseante” y su apariencia es la de un enorme hombre de piedra.
- ¿Quién eres? –vuelve a repetir “El Paseante”.
Una voz como salida de ultratumba responde:
- Soy “Elemental de Tierra”.


sábado, 15 de septiembre de 2012

El Secreto nº 6


Capítulo 6
15 de Septiembre de 2012

Los tres se quedaron mirando a la derecha del porche con una mezcla entre sorpresa y temor, quietos los tres. Había un cuerpo inmóvil boca abajo y con los brazos hacia adelante, posiblemente de una mujer, por la ropa. Los tres se miraron, volvieron a mirar hacia el cuerpo y dijo Paco:

- Habría que ver quién es.

De repente, los dedos de la mano de quien yacía en el suelo empezaron a moverse provocando un gran sobresalto a los tres.

- ¡Se mueve, está viva! -dijo Sonia.
- ¡Espera, que se levanta! -gritó Roberto.

Poco a poco, bajo la tenue luz de la lamparilla que colgaba encima de la puerta, empezó a moverse e intentó incorporarse. Los cabellos le caían por la cara haciendo imposible verle el rostro. Cuando consiguió ponerse en pie, curvada la espalda y dobladas las rodillas, se le oyó musitar:

- ¿Qué ha pasado?

Ninguno de los tres sabía qué hacer. Sonia se agarró sin pensar al brazo de Paco mientras Roberto permanecía detrás de ellos, reculando un paso.

- ¿Quién eres tú? -dijo, finalmente, Paco.

La mujer que ante ellos se mostraba débil pero con la voluntad suficiente como para erguirse, pasó una mano por sus cabellos y los echó hacia atrás, mostrando su rostro, mientras decía:

- Me llamo Eulalia.

Y, dicho esto, se desmayó y cayó hacia el suelo mientras Paco, instintivamente, se abalanzó hacia ella para frenar la caída, sin conseguirlo.

- ¡Quieto, no la toques!

Paco se paró en seco y en su rostro mostró sorpresa, mientras se giraba hacia aquella voz. Sonia se quedó petrificada al oír esa voz y notó cómo una sensación de angustia invadía todo su cuerpo.

Cuando Paco pudo ver de dónde venía la voz vio una figura que estaba detrás de Roberto, con una mano tapándole la boca y con la otra empuñando una pistola hacia su sien. La cara de Roberto estaba blanca, con los ojos abiertos de par en par y con una gota de sudor recorriéndole la frente.

- ¿Quién eres? -gritó Paco.
- Creo que ya lo sabes, "pegajoso" -dijo la figura soltando una sonora carcajada.

Paco se quedó mudo al oír "pegajoso". Nadie le había llamado así desde que dejó la escuela, hace ya muchos años. Por su mente circularon imágenes de aquella época, de cómo iba detrás de todas las niñas y les ponía la mano en el hombro, sin soltarse, "pegajoso".

Sonia no sabía qué hacer ni qué decir. Había reconocido aquella voz pero no sabía que conociera a Paco de nada. Estando casada con él le oyó una vez ese mote pero nunca supo el porqué. Comenzó a girar sobre sus talones. Tenía miedo. Creía que iba a morir esa tarde.

- Muy bien, Anselmo, -dijo Sonia- basta de juegos.

Paco miró a Sonia sorprendido de que le conociera y empezó a preocuparse de tanto misterio que le estaba jorobando su fin de semana. ¡¡ Marta !! Ya casi se había olvidado de ella. Empezó a tener dudas acerca de lo que estaba pasando esa tarde.

- Veo que tienes fino el oído, Sonia. -dijo Anselmo con sorna- Veamos si también tienes ágil el cerebro.
- ¡Suelta a mi hermano!
- Tranquila, niña, tranquila. Primero tenemos que hablar un poco.
- ¡No tengo nada de que hablar contigo!
- ¿Y por qué habéis regresado al Salmerín?

Ante esta pregunta los tres se quedaron sin palabras. Paco no iba a decir que Sonia le había traído hasta aquí, no iba a ser tan cabrón de mezclarla para salvar su piel. Sonia no quería ni pensar que viviera en el mismo mundo que Anselmo, antes muerta que respirar el mismo aire que él. Roberto notaba que el estómago se le revolvía, sudaba a mares y se estaba meando encima.

- Eso no te incumbe -dijo Sonia.
- Claro que me incumbe -dijo Anselmo señalando con la pistola hacia Eulalia- Ésa de ahí es mi hermana...

Roberto, Sonia y Paco palidecieron cuando escucharon:

- ... la viuda de Tomás.



lunes, 10 de septiembre de 2012

Fue bonito mientras duró... (I)



Estoy enamorado.

Y por eso quiero compartir con vosotros esta bonita historia de amor.

Todo empezó hace unos meses, cuando los trabajadores de las cajas vienen a comer al mediodía. Como los Jueves se quedan por la tarde, pues aprovechan para venir.

Ella me caló hondo desde el principio, con su risueña sonrisa. El resto de compañeros ya los conocía de antes.

Ella es pequeña y delgada, parece una frágil criatura a quien hay que mimar constantemente. No me enamoré de ella sino de su fragilidad, de su pequeñez. Deseaba todas las noches poder abrazarla y poder cuidarla, mimarla y hacerla feliz.

Todos los Jueves la veía, con sus ojitos graciosos y su sonrisa de niña. Todos los Jueves aprovechaba cualquier excusa para dirigirle una mirada, una palabra y ser correspondido. Todos los Jueves deseaba decirle que necesitaba de su aliento para continuar viviendo.

Pero todo lo que tiene un principio llega a su fin.

Llegó la temporada de verano y con ella el último Jueves de Abril. El último día que la puedo ver, las últimas palabras que nos podemos intercambiar, las últimas miradas.

Al marchar ella, una sombra de tristeza inunda mi rostro. Como siempre, el último comentario ingenioso del momento para que me ofrezca la mejor de sus sonrisas, para que me deleite con su alegría.

Nos despedimos ya hasta pasado el verano y continúo trabajando, no sin sentirme como mi amigo Juáncar (en "Rompecorazones, próximamente), apenado y apesadumbrado; no he tenido el valor de decirle nada.

Pasan los días y mantengo en el umbral del olvido las esperanzas e ilusiones, negándome a ser feliz por no haber conseguido vencerme a mí mismo y haber pronunciado aquellas palabras.

Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando, días después, la vi entrar de nuevo, sin ser Jueves, sin ser día laborable. Allí estaba ella, con su moreno pelo suelto y su agradable sonrisa en su bello rostro.

Quería hablar conmigo cuando tuviera unos minutos para ella.

¡Al diablo con el trabajo y me quedo con ella la eternidad! Pero no era posible así que le dije que me quedaba poco más de media hora para salir a descansar y ella, con muestras de agradable aceptación, se esperó tomándose un café ...


miércoles, 5 de septiembre de 2012

El Poeta Errante nº 3



No hay DOS sin TRES
5 de Septiembre de 2012

"Donde caben dos, caben tres...", reza la canción, ya famosa, cantada para hacer que compres muebles. ¿Dónde? No lo diré porque no me pagan por hacer publicidad.

Al igual que donde caben dos, caben tres, yo también quiero incluir un tercer blog para lectura y disfrute de quienes, por casualidad, curiosidad, incertidumbre, error o ansia, entren en esta página. ¿Y qué puedo contar ahora, siendo yo errante y el misterio me acompañe? Pues nada nuevo.

Ahora podemos decir: "Ya tenemos la trilogía del Poeta Errante". Y no os faltará razón porque, al igual que Supermán, Scream, Star Wars, El Padrino y otras tantas, también quiero superarme para dar un final tanto alternativo como definitivo. Con esto no quiero decir que no vaya a escribir más. Tampoco haré como Star Trek que ya deben haber alcanzado un rascacielos de sagas. Simplemente, aquí irán cayendo palabras y más palabras.

Como habréis comprobado, quizá utilice un programa que busca palabras aleatoriamente. También tengo un programa que selecciona las palabras y las agrupa por temas, secciones, parecidos u otras opciones. Un último programa (donde hay dos habrán tres) coge todas esas palabras y las junta creando estos bellos e innovadores blogs (para qué pensar si las máquinas lo hacen todo por nosotros) dejando un gusto y un regusto a los lectores que mejor olvidar.

Y estaba yo pensando, divagando, estirado en el sillón (que sofá no cabe) como un superhéroe de goma, extremidades lánguidas y mirada perdida. Y llegué a la conclusión que, para ser tres, antes tendremos que ser dos. ¿Alguna voluntaria que quiera pasar el resto de su cordura conmigo? Ya hablaremos más tarde de precauciones e inversiones. Sólo has de firmar el contrato por el cual te ligas a mí para mucho tiempo y dejar que la naturaleza haga su trabajo. Así, casi sin darte cuenta, verás que. siendo dos, acabaremos siendo tres. O cuatro. O cinco. Según la naturaleza.

Creo que acaba de sonar la alarma y los huevos ya deben de haberse cocido. Iré a prepararme un exquisito plato de huevos con atún y mahonesa, un poco de lechuga, un tomate y a comer. Que la jornada ha sido dura y el hambre aprieta. Mejor dicho, ya se ha despertado mi apetito y no tengo galletitas saladas para calmarlo.

 El Poeta Errante

viernes, 31 de agosto de 2012

Avance: Septiembre '12

Avance


Septiembre 2012


Habiendo visto el éxito que tuvo el anterior avance, desde la dirección de esta página hemos decidido seguir publicándolo. Para que podáis estar enteradas/os de las nuevas publicaciones, así de las ya existentes.
Así que vamos informaros:

Día 5: Tercera entrega a cargo de El Poeta Errante. ¿Con qué nos sorprenderá esta vez?
Día 10: ¡Estrenamos publicación! Primera entrega de un bonito relato en cinco partes, Fue bonito mientras duró. <-- ¡¡¡ NUEVO !!!
Día 15: ¿Qué es lo que encontró Sonia? ¿Y por qué Paco y Roberto han discutido? Sexto capítulo de la trama más suculenta en El Secreto.
Día 25: El Paseante nos trae, de nuevo, otra de sus aventuras y, quizá, ¡hasta nos sorprenda!
Día 30: Cómo no, el avance para el próximo mes.

Espero no defraudaros con ninguno de mis escritos y, sobre todo, no fallar en ninguna de mis publicaciones. para que yo pueda seguir escribiendo necesito que vosotras/os sigáis leyendo. Gracias.

Las Cuatro Estaciones: Invierno

El Invierno



31 de Agosto de 2012


Caen gotas de lluvia fina
de tacto frío como la nieve,
será que el invierno prefiere
empezar cuando la gente se abriga.

Y llegó la última estación del año, blanca y fría como la nieve que la representa, acompañada de tristeza por el fin y de júbilo por el inicio de los años.

Lluvias y vientos se mecen
alejando a la plebe a sus casas,
instan a sacar las bufandas
y también algún que otro gorro,
azul, verde o incluso rojo
llevan en sus prendas de lana,
ven cómo la lluvia ya amaina
para dejar paso a la blanca nieve.

Las calles se visten de luces y las gentes con ropas de abrigo, celebrando el cambio del año y contrastando con los cambios meteorológicos. Vuelve a ser una costumbre mirar al cielo para adivinar el tiempo que puede hacer y así abrigarse lo necesario.

Es la última época del año
que anuncia su próximo fin,
tiñendo las calles así
de frío y helado color blanco.

Esta época marca el final de un ciclo, la muerte de las viejas costumbres y el inicio de nuevas promesas para el año venidero y el ciclo próximo, cerca de empezar.

Hay reuniones por doquier
con muy queridos familiares,
llegados algunos de lejanos lugares,
dejando hermosos regalos
y algún vale por algo rebajado
antes de llegar la famosa cuesta,
la que nos vale más de una receta
por no dejarnos dormir bien.

Blancas navidades y celebraciones varias reúnen a familiares que comparten el amor de estar otro año juntos y aprovechan para demostrarlo con regalos siguiendo tradiciones de antaño, pasando por los difíciles días de la famosa cuesta, marcados por la "Candelaria" y llegando al inicio del siguiente ciclo, saliendo de su letargo y viviendo una nueva vida mejorada.

Y después de mucho frío
el invierno nos abandona,
vuelve a empezar de nuevo ahora
otro buen año, ciclo tras ciclo.

sábado, 25 de agosto de 2012

El Paseante nº 7

El Paseante nº7

25 de Agosto de 2012




Estirado en el suelo, al pie de la escalera, yace el cuerpo de la joven que resplandece. "El Paseante" se acerca a él, se agacha y lo inspecciona.
Nada.
Intenta encontrarle, en vano, el pulso, el resto de un latido perdido, una señal que le indique que la vida sigue en ese cuerpo.
Nada.
- ¿Cómo es posible...?
La mujer no termina la frase, la palidez de su rostro se acentúa y la sorpresa de sus ojos muta en temor.
- No me explico lo que veo. -dice "El Paseante"- Estás en el suelo pero también delante mío, de pie...
- ¿Con quién habla?
Una mujer aparece tras "El Paseante" y su primera intención es subir las escaleras. Pero se ha parado tras el hombre y lo mira curiosa.
- ¿Perdone?
- Que con quién habla.
- Con ella -dice señalando a la joven, que está de pie.
- Yo no veo a nadie.
- ¿Cómo que no? ¡Está ahí delante, de pie!
La mujer empieza a asustarse.
- Sólo veo a la chica del suelo... y a usted.
- No creerá que estoy loco, ¿verdad?
"El Paseante" se levanta despacio y se inclina hacia la señora. Ésta profiere un pequeño pero agudo grito y sale corriendo.
- Esto traerá problemas...
"El Paseante" se gira y mira a la joven, envuelta en su luz, pálida como la misma.
- Me temo -"El Paseante" hace una pausa y sigue- que eres un fantasma.
- ¡Un fantasma! -grita la chica.
- Sí.
La muchacha no se lo cree, no quiere creerlo, es imposible. Hace una hora planeaba salir de fiesta por la noche y ahora es un fantasma.
- ¡No puede ser!
- Míralo por ti misma: nadie puede tocarte, tu cuerpo está en el suelo y, parece ser, tampoco pueden verte.
- ¡Pero tú sí puedes verme!
- Eso es lo más extraño. Pero empiezo a acostumbrarme a los sucesos raros.
- ¿Y qué hago yo ahora?
- Veamos...
"El Paseante" piensa un poco y, casi dando un salto, dice:
- ¡Ya está! Camina hacia la luz...
- ¿Qué luz?
- No sé, es lo que siempre dicen...
- Pues yo no veo ninguna.
El desconcierto se apodera de "El Paseante" y no sabe qué hacer. En un intento de probar algo diferente, pregunta a la chica:
- ¿Ya te has hecho a la idea?
- ¿De qué?
- De que estás muerta.
La joven no sabe qué responder, se queda mirando su cuerpo durante un rato y se resigna.
- Tengo que aceptarlo.
- ¿Qué has de aceptar? -pregunta él.
- Que estoy muerta.
En ese momento, el resplandor que rodeaba a la joven crece y se va apoderando de su ser. "El Paseante" ve cómo va desapareciendo en esa luz cegadora en tanto que ella dice:
- Gracias. Ahora sí que veo la luz.
Instantes después, "El Paseante" se queda solo. Hace una llamada con su teléfono móvil y sube las escaleras. Al llegar al último escalón, el silencio de la noche queda roto por el sonido de una sirena.


... FIN ...

martes, 21 de agosto de 2012

Las Cuatro Estaciones: Otoño

El Otoño



21 de Agosto de 2012

Una hoja caída de color pardo
empujada por el aire fresco
vuela alto y con su vuelo
anuncia que el otoño ha llegado.

Seguimos experimentando un cambio, esta vez más triste y apagado, quizá por el oscuro color de la naturaleza o por haber terminado las vacaciones, una estación que muchos no quieren que llegue nunca.

El viento le gana el pulso al sol
y, con ello, refresca el ambiente,
las chaquetas van vistiendo a la gente
y los árboles se mecen con alegría,
balanceando sus hojas todo el día
y dejando que vuelen libremente
para que puedan caer sobre el verde césped
que, poco a poco, cambia a color marrón.

Los días se van volviendo más fríos, acompañados de ráfagas de aire que, a veces, dotan de vida a las chaquetas que hemos sacado del armario y que, a veces, cerramos para abrigarnos ante el cambio.
Nuestros paseos se ven interrumpidos por la caída de las hojas, los fuertes vientos y la noche que, día a día, empieza más temprano.

Es la época de los grandes cambios,
suele aparecer la melancolía
por volver a vivir en la monotonía
de tener que estudiar o ir al trabajo.

Es la estación de la madurez, donde se reflejan las pequeñas decisiones del año ya vivido y ya próximo a terminar. Las pasadas acciones pasan factura y nos ayudan a tomar nuevas y mejores.

Todos sacamos nuestros abrigos,
algunos incluso hasta la estufa;
siempre ves a alguien que busca
a la amable y buena castañera,
que reparte castañas como si fueran
calientes joyas que buscan fuga
de un fuego rojo que las deslumbra
para acabar comidas en un suspiro.

Grandes y pequeños gozan del placer de la "castañada", al amparo del calor de las estufas y disfrutando los disfraces que visten la noche de "Todos los Santos".
Y por un instante, grandes caras de alegría aparecen cuando el famoso puente de Diciembre nos permite disfrutar de algún descanso extra.

Y así con el frío el otoño se va
dejando los suelos de cáscaras llenos
y de hojas que recogen los barrenderos
para dar paso a la estación invernal.

miércoles, 15 de agosto de 2012

El Secreto nº 5


Capítulo 5
15 de Agosto de 2012

Paco estaba realmente extrañado. No por el hecho de que Roberto estuviera en el Salmerín, que sería el último sitio donde podría encontrarse, sino porque Sonia no lo sabía.

- ¿Qué hacéis aquí? -preguntó Roberto.
- Eso mismo iba a preguntarte yo -dijo Paco.
- Yo he venido a ver a Juan.
- ¿Juan? ¿Está Juan aquí? -preguntó Sonia, con trémula voz.
- No -respondió Roberto- creí que venía en el coche en que habéis llegado.
- Pues ya ves que no -dijo Paco con muestras de enfado.
- ¿Y porqué tenía que venir Juan? -inquirió Sonia.
- Me llamó muy nervioso y me dijo que teníamos que hablar urgentemente ... y me citó aquí.

Roberto comenzó a palidecer y a sudar, el labio inferior le temblaba. Paco supuso que sería por el hecho de recordar lo que pasó. A él también le pasaba lo mismo cuando venían a su mente aquellas imágenes. Por eso tuvo que tomar las pastillas. Y, por suerte, pudo dejarlas y hacer una vida más normal, con algunas pesadilas de vez en cuando. Se preguntaba porqué Juan habría llamado a Roberto para citarse en el Salmerín y le intrigaba que Sonia le llamase y le llevase hasta ese mismo sitio.

- ¡Paco! -gritó Sonia- ¡Paco! ¿Te encuentras bien?
- Sí, sí ... perdona, estaba pensando ...
- ¿Y qué puede ser más importante que pensar en porqué estamos aquí? -rugió Roberto.
- Tranquilo, eh, que no soy yo quien ha aparecido en el último sitio donde se le podría encontrar -dijo Paco con un aspaviento.
- ¿Qué quieres decir, capullo? Mira que te parto la cara ...
- ¡Tranquilos, chicos! -dijo Sonia.
- ¿Capullo yo? ¿Quieres que te recuerde a quién le debes tu vida?
- ¡Chicos, he dicho que tranquilos!
- Mi vida no se la debo a nadie ... ¡y menos a ti! -dijo Roberto acercándose a Paco.
- ¡¡Que paréis ya, cojones!! -gritó Sonia, poniéndose entre los dos.

Durante unos segundos que parecieron unas horas, se formó un extraño e incómodo silencio entre los tres. Cuando pareció que Roberto iba a decir algo, se oyó un sonido sordo, como de un fardo que se deja caer desde lo alto, que procedía de la casa.

Los tres se miraron, el miedo asomó en sus ojos y se mantuvieron quietos. Paco, en un esfuerzo mental por combatir sus recuerdos, dijo:

- Creo que deberíamos ver de dónde vino ese ruido.
- Pues adelante, adelante ... luego vuelves y nos lo cuentas -contestó Roberto.
- No, vamos a ir los tres.
- ¿Los tres? -en la voz de Sonia se escuchaba el temor- No creo que sea buena idea.
- Eso, hay que esperar a que venga Juan -secundó Roberto.
- Pues yo voy a ver qué ha provocado ese ruido. -dijo Paco mientras les daba la espalda y se dirigía hacia la casa- Vosotros haced lo que queráis.

Sonia y Roberto se miraron, miraron hacia la carretera y, viendo que no había más que verde y camino, siguieron a Paco hasta la casa.

Cuando llegaron a la casa, por la puerta principal, subieron los cuatro escalones y se acercaron a la puerta. Sonia tocó el brazo de Roberto y, señalando hacia la derecha, dijo:

- Mirad, chicos.



sábado, 11 de agosto de 2012

Las Cuatro Estaciones: Verano

El Verano



11 de Agosto de 2012

La noche más corta del año
a jóvenes y viejos divierte,
el calor del fuego se siente
y celebra con júbilo el verano.

Llegó la estación de las vacaciones con la llamada de la noche más corta, la estación que más nos moviliza pues el sol, imitado por el deslumbrar de fuegos y cohetes, nos regala buenos días.

El sol ya calienta con creces
y las nubes disipa a su paso,
apetece tomar algo helado
y bañarse también en la playa,
acercarse hacia el mar, hacia el agua
y sentirse los pies ya mojados,
refrescarse en un bar sombreado
y volver cada día más veces.

Aunque no sea estación central, el verano ocupa el centro del calendario, dando lugar a las ansiadas vacaciones. Lugares de todo el mundo se convierten en destinos agradables y la naturaleza, en ocasiones, hace que, realmente, merezca la pena visitarla.

En esta época toca
lo que todos llamamos vivir,
el calor de la vida sentir
y tener la cabeza algo loca.

En el paso de bueno a mejor, es el tiempo del crecimiento y de vida en sí, los buenos pensamientos y la alegría de disfrutar. Y el espíritu de juventud vuelve a inundar los corazones de las personas.

Esos cuerpos bañados en sal,
disfrutando de las vacaciones,
dejan salir sus emociones
para seguir disfrutando,
tomando el sol y nadando
hacia el mar, al horizonte,
hacia un lugar lejano donde
seguirán teniendo dichas sin par.

El protagonista siempre es el sol, radiante y caliente, al cual la gente mira de soslayo deseando que siga ahí, que las nubes no lo oculten. Playas y piscinas se convierten en el centro social en esta época, dejando que la gente se deshiniba más y más y que aparezcan tanto nuevas amistades como fugaces amoríos de incierto final.

Y, como todo, el verano termina
y volvemos al trabajo y a estudiar,
deseando que pase un año más
y repetir un verano que no se olvida.

domingo, 5 de agosto de 2012

El Poeta Errante nº 2



Segundas partes nunca fueron buenas
5 de Agosto de 2012


Todos recordamos con alegría, nostalgia, rabia, incertidumbre y otras emociones y sensaciones tan dispares como propias, aquellas segundas partes de películas que nos gustaron en su momento (y hoy día siguen siendo iconos del cine). Hablo, por supuesto, de los famosos dos palitos: II.





El Padrino II, Rocky II, Star Wars II (el famoso Capítulo Cinco), Rambo II, Superman II, Alien II (perdón, ésta fue Aliens) y varias más nos dejaron con un sabor de boca amargo y un regusto a déjà vù que no pudimos quitarnos hasta que no vimos sus terceras partes.

Hoy en día seguimos con el clásico de las segundas partes y ahora nos encontramos con El Coche Fantástico, Las Chicas de Oro, V, El Equipo A y otras series varias que, en un momento dado, tuvimos como el máximo placer televisivo. Ahora nos damos cuenta de haber crecido, haber madurado (sin caernos del árbol, pues nunca estuvimos en uno) y haber cambiado aquella manera de pensar que teníamos, cuando decíamos que siempre seríamos igual, que comeríamos chocolate cuando nos apeteciera y que nos acostaríamos tarde (esto último sí que lo hacemos).

Sólo espero que este segundo blog no sea considerado como una segunda parte de lo que hay en mi pensamiento. Porque no voy a poner números romanos en los títulos, que el latín lo suspendí.

 El Poeta Errante