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lunes, 30 de junio de 2014

Avances: Julio '14


Julio 2014

Se acercan las vacaciones y no es impedimento para que sigamos ofreciendo buenas letras. Además, contamos este mes con una publicación extra como preámbulo al especial del mes de Agosto.

Ya casi a mitad de año seguís teniendo a vuestra disposición más publicaciones de vuestras series favoritas. Simplemente, siéntate, lee y disfruta.

Sin más, os dejo a la ansiosa espera de vuestras publicaciones favoritas.
Día 1: Introducción / preámbulo al especial de Agosto: "Vidas paralelas".
Día 5: Quinta entrega de la publicación del año: El Quejas. ¿Seguirá dándonos quejas a troche y moche?
Día 10: Primera entrega de una nueva publicación dedicada a una sola persona: La mujer que amo. Con el título de "Retratos de la mujer que amo" dejaré que leáis una serie de retratos que mucho tienen por ofrecer.
Día 15: Séptimo capítulo de "Novela en capítulos cortos" y la historia empieza a asentarse, mientras el misterio rodea a nuestros protagonistas.
Día 20: La serie "Fantasías" nos deja un nuevo relato en el que estaremos "Como un sueño".
Día 25: Última entrega de la serie "Últimos Pensamientos" donde veremos cómo le va al protagonista "La entrevista".
Día 31: Avance del próximo mes de Agosto de 2014.
Como siempre, mi más sincero agradecimiento a quienes me seguís, así como a quienes entran esporádicamente y disfrutan con nuevas letras mías.
rpPaco
Producciones Caponata 2014

miércoles, 25 de junio de 2014

Últimos pensamientos nº 11

Últimos Pensamientos

Dos palabras


25 de Junio de 2014

Caminaba desolada, sin saber dónde iba. Comenzaron a caer finas gotas de lluvia que apenas se notaban pero que mojaban poco a poco. Ella no se percató, ensimismada en esas dos palabras que, horas antes, le había dicho su marido, antes de irse de casa.
Seguía alejándose de la ciudad por entre las oscuras calles de la periferia. El cielo iba oscureciéndose por momentos y sólo alguna farola perdida lograba alzar sombras en la creciente oscuridad. Dejó atrás los últimos edificios para adentrarse en el descampado que bordeaba la vía del tren.

Continuó sintiendo retumbar en su cabeza esas dos palabras. Sus pies abandonaron el pequeño camino de tierra y se posaron sobre las piedras que acompañaban los raíles, puntiagudas algunas, grandes las restantes.

El pie izquierdo se apoyó en un raíl. El derecho dio un paso adelante. En su cabeza se añadió otra palabra más, ésta más estridente y ruidosa. En su cabeza sólo se oyó: "Piiiii ... soy ... piiiii ... gay ... piiii".

viernes, 20 de junio de 2014

Fantasías nº 5

Fantasía a los trece (sobre un sueño)

20 de Junio de 2014

n.a.: antes que nadie piense mal, que conste que esta fantasía pertenece a un sueño que tuve con trece años, de ahí el título.

... qué fantástico lugar, no hay nada y, sin embargo, lo tengo todo; no hay color pero lo veo, casi como por inercia..

... estamos los dos en el mismo plano, cada uno en su lado, los dos sincronizados, no hay piel que cubra la nuestra propia, los dos desnudos y sin vergüenzas...

... me siento bien sólo por estar contigo, por disfrutar de tu sonrisa, por ver cómo tus rubios cabellos ondean libres, por sentir tus claros ojos mirándome en la distancia...

... una sábana muy larga cuelga desde ningún punto, una sábana blanca que lleva tu candidez en sus hebras, una sábana en la que apareces, de pronto, subida y casi como si fuera una extensión de ti, te meces poco a poco, como si a cámara lenta te observase...

... yo disfruto lentamente de ese bienestar que me produce tenerte aun sin tocarte, del besarte aun sin acercar mis labios a los tuyos, del abrazo íntimo aun sin nuestros brazos cruzarse...

... desde lo alto de tu blanco y delicado podio me miras, casi fijamente, y me dedicas la mejor de tus sonrisas, haciendo que mi cuerpo tiemble de alegría, recibiendo un sentimiento de amor cercano, de un "quisiera" correspondido...

... poco a poco aumentas el ritmo de tu balanceo y diviso, casi sin verlo, cómo un camisón adquiere el placer de ocultar parcialmente tu bello cuerpo mientras me permite contemplar la forma del mismo...

... los pliegues del camisón ondean dejando entrever a tiempos tus muslos, rozándolos suavemente y erizando el vello de tu cuerpo...

... la tela se ajusta casi a la perfección con tu cuerpo, moldeándose a cada movimiento de tus caderas, marcando la curva de tus pechos, imaginando tus secretos más ocultos...

... sin moverte llegas hasta mí, casi a un palmo de mi cuerpo y tus ojos me interrogan mientras tus labios, en una dulce sonrisa, me piden besos tiernos...

... nuestras bocas se acercan, cada milímetro de separación parece un kilómetro, y el corazón se acelera casi en un momento, nuestros alientos están próximos a intercambiarse, nuestras lenguas se mueven ansiosas por degustar la del otro, nuestros labios se humedecen aun sin tocar los del otro...

... en el mismo instante en que siento el tacto de tu boca, se me eriza la piel y una sensación de estremecimiento me invade el cuerpo, dejándome casi aturdido y despertándome de este sueño tan bonito, maravilloso y, a la vez, tan incompleto, mas el sentimiento y las sensaciones las tendré siempre presentes...

domingo, 15 de junio de 2014

Novela en capítulos cortos nº 6

15 de Junio de 2014

- CAPÍTULO SEXTO -


Por el camino me preguntaba cuál sería la reacción de él cuando le interrogáramos de semejante forma. Contrario a enojarme me dispuse positivamente a llevar hacia delante tal asunto con que, acompañado de Carlos, me dirigí al punto de partida, en casa de Sergio. Él, previsiblemente, había llenado el depósito del auto que, supuestamente, nos debía llevar hasta aquella apartada y tranquila urbanización, refugio de aquellos que podían permitirse estar tranquilos en horas de descanso. Ya en marcha comenzamos el camino.

- Bueno, -rompí el silencio- seguro que llegaremos a tiempo.
- Si levantándonos a las cinco de la mañana nos hace llegar tarde, creo que soy tonto -–dijo Sergio.
- Es lo que digo, desde que te metiste a abogado no hay quien te pare.
- Pero no negarás que se comporta mejor -–dijo Carlos.
- Bueno, es verdad. Ahora invita de vez en cuando, no como antes...
- Oye, que antes invitaba -dije exasperado.
- Bueno, déjame conducir tranquilo. Carlos, indícame el camino que no visualizo una letra.

Continuamos nuestro silencio hasta un pueblecito cercano de Sabadell.

- Bueno, -empezó Carlos- es un largo camino y yo ya no puedo más. Necesito que seas su padrino -me dijo.
- ¡Pero tú estás loco! No quise ser tu padrino de bodas a cuanto más de tu hijo.
- Por favor, te debo muchos favores. ¡Y a ti siempre te han gustado los niños! Si no aceptas no te pediré nada más.
- Si te tranquiliza, acepto. Pero nada de enrolarme a fiestas pomposas, rompe mi imagen.
- Tú siempre con tus tonterías de abogados -dijo Sergio.
- Al menos, dentro de unas tres semanas, tendré a mi niño en brazos. Y podré darle todo lo que siempre deseé tener de pequeño. Y le haré mimos y caricias. E irá a la universidad. Y...

Mientras Carlos imaginaba todo el futuro del niño, llegábamos a Sabadell. Nos paramos unos minutos, que fueron media hora, a tomarnos un café y un respiro. Sergio ya no sabía si de verdad tenía o no claro llegar hasta el final del asunto pero sucedió algo que nos extrañó, aunque no le concedimos importancia. Saliendo del aparcamiento, con vista y no vista rapidez, un peugeot rojo salió apresuradamente delante de nuestro coche.


martes, 10 de junio de 2014

Un paseo por el corazón nº 7

Paula y Daniel
10 de Junio de 2014

La playa de la Barceloneta está desierta y sus arenas limpias. Un suave rumor de olas indica que se ha levantado una pequeña brisa que hace agradable cualquier paseo a su vera.

Daniel y Paula van cogidos de la mano, en silencio, disfrutando del ir y venir de las olas y del revolotear de los pajarillos.

- Paula -–Daniel rompe el silencio- ¿verdad que se está bien aquí?
- Sí -–responde ella.
- Había pensado que podríamos ir a vivir a la costa, cerca del mar, para poder disfrutar de la naturaleza todos los días
- Pero ya sabes que no podemos, apenas llegamos a fin de mes.
- Sí, es cierto.

Daniel baja y ladea la mirada, hacia el agua, buscando una alegría en su oscuro futuro.

Siguen paseando y se cruzan con una familia, los niños saltando de un lado a otro, el padre discutiendo con la madre, el perro ladrando detrás de los niños.

- ¿No sería bonito tener un niño? -–dice Paula, con cierto brillo en su mirada.

Daniel no responde. Mira hacia los padres y desea no tener nunca un motivo para discutir.

- ¿Dani? ¿Te pasa algo?
- No, nada.
- Es que te has quedado como mudo.
- Cosas mías, cariño.
- ¿Qué pasa, que ya no me quieres?
- ¡Pues claro que te quiero! No hay día que no dé gracias por haberte conocido.
- Siempre sabes decir algo que me guste.
- Lo digo porque así lo siento.
- Sabes que yo también te quiero, ¿verdad?

Daniel mira hacia arriba, esboza una pequeña sonrisa y, volviendo la mirada hacia Paula, la abraza y le susurra al oído:

- Ése es el mayor regalo que he tenido nunca.

Paula se ruboriza mientras mira a Daniel a los ojos. Encuentra en su mirada una mezcla de amor y ternura que ansía para ella sola. Daniel ve un brillo especial en los ojos de Paula y sabe que el sentimiento es mutuo.

Poco a poco, lentamente, junta sus labios con los de su amada, rozándolos primero, sintiéndolos después, uniéndose a ella en un solo ser, lleno de amor y pasión.

Poco después, una pequeña habitación del hotel que ladea la playa acoge un acto de entrega entre dos enamorados, al son de las olas del mar, y un cartel en la puerta que reza: "“Do not disturb”".

jueves, 5 de junio de 2014

El Quejas nº 4

4.- Don Quejas vino e hizo el camino

5 de Junio de 2014

¿Creías que no tendría quejas en este momento y en este espacio que tienes delante?

Pues fallaste.

Al igual que fallan muchos al creerse con derechos por encima de los demás. Hablo, cómo no, de los conductores.

En año y medio conduciendo he tenido anécdotas, como todos. Tan sólo me han pitado dos veces y las dos coincidieron en glorietas donde quienes iban por el interior querían obligarme a frenar en seco para dejarles pasar. Que se incorporen al carril exterior para salir y se dejen de prisas.

Porque la prisa mata.

Y si no, que se lo digan al posible futuro del ciclista que se me echó encima, ignorando las normas de circulación y poniendo en peligro su vida, con mirada burlona. Si hubiera conducido otro, a velocidad adecuada mayor de la que yo llevaba, un grave accidente hubiera ocurrido.

Como con los que se saltan los stops (y no hablo del grupo musical), los que no ceden el paso, los que creen que los peatones somos objetivos a derribar.

Parece no haber cura para ellos.

Y para acabar de quejarme, lo hago contra aquellos que aparcan de oído, los que necesitan dos plazas o los que sólo necesitan “aparcar” una parte del coche mientras el resto no deja que los demás podamos seguir circulando con tranquilidad y sin incidentes.