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¡Viva la madre que me parió!
(o cómo no quitarse el sayo en el mes de las flores)
20 de Junio de 2016
“Marzo ventoso y Abril lluvioso, sacan a Mayo florido y hermoso”, o al menos es lo que esperamos pues nada mejor que unas flores para celebrar el día de la madre (que sólo hay una y hay que cuidarla). También es el mes de María, a quien agasajan con flores a porfía.
Mayo es un mes indeciso, titubeante y vacila ante las inclemencias del tiempo: bien acalorado algunos años, dando mayor verano que la misma estación o lleno de lluvias aleatorias, haciendo que carguemos con el paraguas bajo un sol de justicia o que nos empapemos cuando salimos con tirantes y sandalias.
Lo más bonito en ciertas regiones es el día de la "mona". Una jornada pasada por chocolate y el ingenio de maestros pasteleros nos trae un delicioso surtido de pasteles con los más variopintos motivos: el equipo de toda la vida, el dibujo animado de todas las tardes o los clásicos pollitos amarillos sobre lecho crujiente.
Ya que estamos puestos a leer, no dejemos de celebrar el día das letras galegas, día internacional como pocos pues se celebra hasta en nuestro amado satélite: ya sabéis, "hay un gallego en la luna, luna...".
Y para los pequeños de la casa, este mes es el preludio de las futuras vacaciones que, antes de que termine el siguiente, comenzarán como locos. Así que, por si acaso, ya se van preparando haciendo las famosas "gamberradas pre-estivales".
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